LAS EXTRAÑAS AVENTURAS DE SOLOMON KANE – Robert E. Howard

Un hombre alto y enjuto, ése era Solomon Kane, de rostro pálido y sepulcral, y ojos meditabundos que resultaban aún más sombríos merced a su austero atuendo de puritano

– Cráneos en las Estrellas (1929)

En 2010 la editorial Valdemar, especializada en ciencia ficción y terror, publicó en su colección Club Diógenes nº. 283: Las extrañas aventuras de Solomon Kane del autor Robert E. Howard (1906-1936). Con esta publicación se traía al castellano por primera vez en edición tapa blanda todos los relatos que el escritor texano dedicó en vida al aventurero Solomon Kane. El texto, traducido magníficamente por León Arsenal, reúne las ocho historias en las que este puritano británico del siglo XVII es protagonista (no se añaden los fragmentos que existen). Asimismo, se añade una historia más que complementa la colección: La sombra del buitre. Un trabajo de carácter histórico que transcurre en el Sitio de Viena de 1527. Debo decir antes de entrar en materia, que de este libro existe también edición en tapa dura de la colección Gótica (nº. 51) que salió al mercado originalmente en 2003.

Como se ha mencionado más arriba, el volumen contiene ocho relatos más uno. Aunque las historias aparecidas en revistas como Weird Tales se podían leer desordenadamente si querías, el conglomerado de narraciones dedicadas a Solomon Kane tienen un orden cronológico. No obstante, las ediciones de Valdemar no están ordenadas de este modo, hay varios relatos que saltan fechas. Su ordenamiento es básicamente geográfico, pues comenzamos siguiendo a Solomon en Europa, y, según vamos leyendo llegamos al misterioso continente africano. La colocación de esta manera me ha parecido buena y no perdemos ningún detalle importante en la lectura. Por tanto, comentaré el volumen como los editores de Valdemar lo han predispuesto, aunque si añadiré el año en el que apareció originalmente la narración.

La primera historia que encontramos es Cráneos en las Estrellas (en. 1929), un trabajo que nos presenta a nuestro querido y sombrío personaje. Y es que Solomon Kane aparece como un hombre que tiene la misión de combatir las oscuras fuerzas del mal con el acero y la pólvora. En este primer texto Solomon Kane tendrá que enfrentarse a una criatura semicorpórea que está atosigando un conocido camino. Aquí ya se nos introduce como van a ser las narraciones, una mezcla entre el terror sobrenatural, aventuras de investigación y esgrima. Tras una dura lucha contra la criatura, descubre por qué amenaza el camino y quien ha sido el responsable de su aparición. El final no tiene desperdicio. Si en Lovecraft o August Derleth el protagonista intenta combatir al mal con la ciencia y la química, en las historias de Solomon Kane de Robert E. Howard el coraje y la valentía son las mejores armas, además de un increíble sentimiento del honor.

Continuamos con La mano derecha de la maldición (ag. 1928), en donde nuestro espadachín puritano es un mero espectador en la historia entre un nigromante y el amigo de este que le ha traicionado para cobrar una recompensa. Es una narración corta en la que Solomon apenas tiene dialogo. Sombras Rojas (ag. 1928) fue el primer relato donde apareció la figura de Kane. Los sucesos transcurren en la vieja Francia, donde el inglés descubre aldeas destruidas con sus habitantes asesinados por una banda que dirige un hombre conocido como El Lobo. Al morir una de las víctimas entre sus brazos, nuestro sombrío protagonista jura venganza. Su persecución le llevará a las profundidades de África por primera vez donde luchará contra grandes guerreros, verá monstruos horribles y encontrará al que será su único amigo, el chamán N´Longa. En este punto hay un salto, pues volvemos a Europa, específicamente a los densos bosques de Alemania para leer Resonar de huesos (jun. 1929). Allí a Solomon Kane se le unirá un extraño viajero donde pasarán la noche en una posada con excéntrico nombre: El Cráneo Hendido. Todo el texto transcurre en el edificio, en las averiguaciones que el vengador bíblico hace allí. Es un trabajo al estilo de La mano derecha de la maldición, pero con un protagonismo del inglés más decidido.

A partir de aquí abandonamos Europa para adentrarnos en África hasta el final del libro. Luna de Calaveras (jun. – jul. 1930) empieza con Kane adentrándose en las selvas semimíticas de África intentando buscar no sabemos muy bien el qué. En su viaje descubrirá la gran ciudad de Negari, una urbe gobernada por la reina vampiro Nakari, quien está a la cabeza de un pueblo que veneran una macabra figura. Nuestro enjuto justiciero será metido en las mazmorras donde descubrirá la historia que hay detrás de aquella ciudad. Logrará escapar, pero antes tendrá que recuperar algo, un objeto que fue sustraído de su tierra natal y ahora está en peligro. Sangre, misterio y golpes de espada serán lo que definan esta narración, que es la de mayor extensión que tiene la recopilación de Valdemar. La exploración África continua con Las colinas de los muertos (ag. 1930), donde el capitán Kane tendrá que enfrentarse a enemigos de ultratumba, la misión se le quedará grande, y, por ello, pedirá la ayuda de su amigo N´Longa, quien ahora vuelve como segundo protagonista en una sucesión de hechos que los llevará a una gran ciudad abandonada. Tras acabar su cometido con muchas dificultades, su paso por África no cesa.

Llegamos a Alas en la noche (jul. 1932), que sin lugar a dudas es mi trabajo preferido. Tras mucho deambular por el continente negro, nuestro amigo da de bruces con un poblado abandonado en muy mal estado. De toda la escena se sorprende de los restos de un ser humano que han quedado clavados en la copa de un árbol. Su camino le llevará a encontrarse con otro poblado amenazado por unas bestias aladas provenientes de la antigua mitología. La presencia de Solomon Kane, con sus armas de pólvora, permitirá a esta aldea vivir en libertad brevemente hasta que cientos de enormes alas provoquen una sangría. El puritano tendrá que ingeniárselas para acabar con los últimos vestigios de unas criaturas que huyeron de Europa en otro tiempo. Por último, tenemos Los pasos en el interior (sep. 1931). El justiciero inglés sigue dando tumbos. En esta ocasión se enfrentará a un grupo árabes que llevan una saca de esclavos. En su intento por liberarlos caerá preso, pero un horror sobrenatural escondido en la jungla revertirá la situación debido a la arrogancia de sus enemigos. La sombra del buitre (en. 1934) como decíamos al comienzo es un relato añadido pero que no tiene que ver con los demás. Es ficción histórica en pleno Sitio de Viena (1527). Los protagonistas son el caballero Gottfried von Kalmbach y la soldado Sonya la Roja. Ambos tendrán que enfrentarse a las huestes de Solimán El Magnífico en las murallas de la ciudad austriaca.

Finalmente, para terminar, a nivel técnico la obra está genialmente editada. La colección Club Diógenes me parece que tiene unos títulos exquisitos. Me gusta mucho el diseño de las portadas y su maquetación. Las extrañas aventuras de Solomon Kane tienen una lectura sencilla y muy amena. El libro se lee en apenas unos días, es realmente adictivo. Si queréis pasar una buena semana leyendo os lo recomiendo encarecidamente. Ahora habrá que esperar a que Valdemar se atreva con los relatos de Conan del mismo autor, los cuales también necesitan una edición en condiciones.

Robert E. Howard. Las extrañas aventuras de Solomon Kane, Madrid, Ed. Valdemar, 2010. 360 pp.

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