PhotoEspaña nos invita a entrar al estrambótico estudio de Andy Warhol

llamaron The Factory (La Fábrica) porque en
él trabajaban con enormes lienzos que requerían unsistema
en cadena, propio de una fábrica. Allí, en su estudio de Nueva
York, Andy
Warhol y sus
compañeros de oficio mostraron al mundo una manera distinta de entender
el arte. Eran
los años
60. Warhol empezaba a diseñar lasserigrafías que años más tarde
recorrerían el mundo y por su estudio transitaban ya toda serie de
personajes –homosexuales, travestis, drogadictos y hambrientos– que se
transformaban, en aquel espacio, en superestrellas. El nudismo,
la libertad sexual y las drogas convivían con una
intensa producción artística y cinematográfica. La
exposición De la Factory al mundo,
que se puede ver hasta el 22 de julio en el Centro de Arte Teatro
Fernán Gómez y que se integra en PhotoEspaña 2012, busca mostrar la vida
de Warhol, que siempre ha tenido fama de frío y distante. Para
enseñarnos cómo hizo su trabajo y de quiénes se rodeó, la muestra se
divide en cuatro apartados.
Name, fotógrafo oficial de The Factory
primero lo conforman aquellas fotos hechas con el recién inventado fotomatón y las imágenes que
tomó Billy
Name, fotógrafo al que Warhol propuso que forrara las paredes
del estudio con papel de aluminio, técnica que Name había utilizado
para decorar su apartamento. Name
se convirtió durante los años 60 en el fotógrafo oficial de The Factory y sus instantáneas recogen
la puesta en escena que caracterizaba a los que pasaban por el estudio,
a los que él mostraba como gente corriente.

segunda parte de la exposición está protagonizada por la mirada de Stephen
Shore, más estudiada y favorecedora que la anterior. A pesar
de ser autodidacta, supo captar escenas con el lenguaje de la
fotografía artística profesional, como se puede apreciar en la que hizo
en la pista de baile mientras se celebraba una fiesta en The Factory. Shore fue también
el que retrató una de las paredes
del baño en la
que se aprecian los dibujos pornográficos. “En
este segundo apartado se encuentran las fotografías hechas por personas
que no formaban parte de la Factory pero que se
sentían muy atraídos por
ella”, explica a RTVE.es María
Beguiristain, responsable de Coordinación Artística de
Fundación Banco Santander y coordinadora de esta exposición. “Aquí se
pueden ver las fiestas que se celebraban, algunos trabajos que Warhol
hacía, como las nubes de plata… Es decir, el día a día del estudio”,
añade.
“Si
hay caviar, los famosos no son necesarios”

Con
la tercera parte de la muestra llegamos a los años
70 y 80. Fue en estos tiempos cuando Warhol escribió que
padecía “la enfermedad social”, un trastorno que, según él, le llevaba a salir
todas las noches de fiesta con
su cámara. El estadounidense estaba obsesionado con retratar a personas
famosas en situaciones ordinarias. “Las fiestas se juzgan dependiendo
de cuántos famosos hayan asistido, aunque si sirven caviar los famosos
no son necesarios”, llegó a escribir.
“Él
iba a todas las fiestas con su cámara y con pilas alcalinas de repuesto
en busca de famosos. Le dejaban entrar al Studio
54, donde era muy difícil acceder”, nos cuenta Beguiristain.
Así,
parte de esta tercera sección son las imágenes que tomó Nat
Finkelstein, que tampoco formaba parte de la Factory y que la
encontraba demasiado apolítica, lo que él criticaba. Pese a
distanciarse de ella, le apasionaba y realizó numerosas fotografías
sobre lo que allí ocurría. A diferencia de los demás fotógrafos que
retrataron la rutina de la Factory, Finkelstein prefería esconderse
tras el objetivo.

Warhol
y su estrafalario grupo de amigos
cuarta sección de la exposición está formada por las fotografías
tomadas por Cecil
Beaton, uno de los profesionales más conocidos de la época.
Beaton fue el que logró retratar a un Warhol sofisticado acompañado de
su estrafalario grupo de amigos y empleados.
exposición se cierra con un vídeo en el que se ve a
Warhol en escenas poco conocidas y que finaliza con su funeral, en 1987.
únicas fotografías realizadas por Warhol, situadas cerca de la
pantalla, no son, en efecto, ejemplo de grandes encuadres ni de una
buena exposición, pero se cree que el mítico artista quizás no era lo
buscaba al realizarlas.
