El pueblo rescata el patrimonio artístico catalán
El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) ha conseguido exponer La Plegaria de Mariano Fortuny (1838-1874) adelantando los 45.000 euros que cuesta a su dueño actual, un coleccionista privado. Para poder recuperar esa cantidad, la ha iniciado una campaña de micromecenazgo para recaudar fondos y poder donar al centro el dibujo del pintor de Reus. Es la única vía con la que la entidad cuenta para poder enriquecer su patrimonio: el MNAC no tiene partida presupuestaria para adquisiciones desde hace tres años.
Fortuny es un artista querido por el pueblo. Esta iniciativa viene a recordar otro proyecto de financiación colectiva que tuvo lugar hace cerca de un siglo. Si La vicaría (1870), su obra más importante, pertenece hoy al patrimonio público, es gracias a que la sociedad catalana se unió para comprárselo a un coleccionista francés. Con las donaciones particulares y la subscripción pública, se reunió el dinero necesario para adquirir la pintura.
Lo que hoy llamamos crowfunding tuvo este precedente en el contexto histórico de la Mancomunidad Catalana. Los Amics dels Museus de Catalunya fueron entonces los que donaron la obra al MNAC y los Amigos de hoy repiten la iniciativa. Hay tiempo: tienen hasta el 15 de septiembre para recuperar los 45.000 euros, un precio modesto teniendo en cuenta otras cantidades atribuidas a pinturas de Fortuny.
Más que un donativo, el micromecenazgo es un intercambio. Siempre hay una contrapartida que varía con la cantidad aportada y el mayor beneficio obtenido es el reconocimiento de parte del museo. Según explica Cristina Martí, la directora de la Fundació Amics del Museu Nacional, algunos socios del museo todavía conservan los diplomas que obtuvieron sus ascendientes por haber contribuido a la
adquisición de La Vicaría. En la campaña de La Plegaria, la compensación que ofrece la fundación es el carné de amigo del museo y “privilegios” según el importe, además del habitual diploma de agradecimiento. Y hay premio para los que den un poquito más: a partir de 150 euros obtienen una visita guiada a las reservas del museo.
La campaña está abierta en internet y se puede colaborar desde 10 hasta 1.000 euros. La fundación no da cifras todavía, pero su directora se muestra optimista: tienen tres meses por delante, la fuerza de internet y una hucha a la entrada del MNAC.
La pintura que la fundación trata de adquirir no fue llevada a cabo en ese contexto, pero le han buscado el hueco en la exposición para que no desentone. La Plegaria está enmarcada en el período de actividad de Fortuny en Granada. Al final del recorrido de la muestra se encuentran trabajos del artista que habían pertenecido a Salvador Dalí –intercambiadas en Nueva York con otros coleccionistas a cambio de obras suyas-, y una de ellas, El tribunal de la Alhambra, que pertenece también al género del orientalismo, coincide en el tiempo con el dibujo de La Plegaria (1871-1872).
En la entrada de la exposición encontramos el codiciado cuadro en un formato muy diferente. Una especie de Plegaria-urna-hucha recibe al visitante con una explicación del proyecto animando a que contribuyan con la causa. Una forma simpática de visualizar la situación precaria que viven las pinacotecas en estos tiempos. El jefe del Gabinete de Dibujos y Grabados y comisario de la exposición, Francesc Quílez, habla con prudencia a la hora de reclamar mayor atención por parte de las instituciones: “Puede sonar a frívolo hoy día hablar de adquisiciones de obras de arte, según están las cosas, pero nuestra óptica habría que buscar incentivos fiscales, algún tipo de donaciones depósitos o intercambios de obras entre los diversos museos”.
http://www.elconfidencial.com/cultura/2013/04/27/el-pueblo-rescata-el-patrimonio-artistico-catalan-119748/