Autor: Mariano Lázaro

Un caballo llamado muerte

Un caballo llamado muerte

Como cantaba MIguel Ríos en Un caballo llamado muerte, la droga y sus efectos se expandieron con gran fuerza a inicios de los ochenta: la mayor asunción de libertades, el tráfico internacional de drogas, la crisis económica o la llegada de los babyboomers a la juventud fueron factores que hicieeron que el consumo de drogas se extendiera de manera importante entre todos los sectores de la sociedad, desde los barrios marginales – los llamados quinquis, a los que dedicaremos una entrada- hasta las zonas más elitistas de las ciudades.

Dentro del variado consumo de drogas, desde el hachís a las sustancias químicas, la droga más adictiva y que causó más efectos negativos fue la heroína. La imagen del yonki heroinómano, muy típica en esa época, prácticamente ha desaparecido en la actualidad – aunque con la crisis está aumentando el consumo de la heroína, una droga relativamente barata – siendo sustituida por otras drogas como la cocaina o las sustancias psicotrópicas.

Los medios de comunicación de la época trataron mucho este tema, en especial el cine, que dedicó muchas películas a este tema. La novela Foto movida de Mena hace referencia a una de las más famosas, El Pico. Hubo una gran alarma social ante este problema, ya que la heroina fue una de las principales causas de mortalidad entre los jóvenes de los ochenta

Un caballo llamado muerte

Un caballo llamado muerte

Como cantaba MIguel Ríos en Un caballo llamado muerte, la droga y sus efectos se expandieron con gran fuerza a inicios de los ochenta: la mayor asunción de libertades, el tráfico internacional de drogas, la crisis económica o la llegada de los babyboomers a la juventud fueron factores que hicieeron que el consumo de drogas se extendiera de manera importante entre todos los sectores de la sociedad, desde los barrios marginales – los llamados quinquis, a los que dedicaremos una entrada- hasta las zonas más elitistas de las ciudades.

Dentro del variado consumo de drogas, desde el hachís a las sustancias químicas, la droga más adictiva y que causó más efectos negativos fue la heroína. La imagen del yonki heroinómano, muy típica en esa época, prácticamente ha desaparecido en la actualidad – aunque con la crisis está aumentando el consumo de la heroína, una droga relativamente barata – siendo sustituida por otras drogas como la cocaina o las sustancias psicotrópicas.

Los medios de comunicación de la época trataron mucho este tema, en especial el cine, que dedicó muchas películas a este tema. La novela Foto movida de Mena hace referencia a una de las más famosas, El Pico. Hubo una gran alarma social ante este problema, ya que la heroina fue una de las principales causas de mortalidad entre los jóvenes de los ochenta

Tiempos de cambio

Tiempos de cambio

En esta entrada vamos a hacer referencia a la situación política que se vivía en los primeros años del ochenta, caracterizados, principalmente , por el triunfo electoral, en octubre de 1982, del Partido Socialista Obrero Español. Algunos historiadores incluso señalan esta fecha como el final del período de la Transición (o, al menos, d ela Primera transición).

Tras la muerte de Franco, la Ley de Reforma política permite de nuevo la convocatoria de elecciones y los partidos políticos.Aceptada inicialmente por las Cortes franquistas (lo que se denomina el harakiri), fue aprobada en referéndum el 15 de diciembre de 1976.

Pocos meses después – y en plena Semana Santa – el PCE (Partido Comunista de España) es legalizado. También van volviendo muchos exiliados, como La Pasionaria o Rafael Alberti

En junio de 1977 se celebran las primeras elecciones democráticas desde 1936. Triunfa una coalición surgida en torno al presidente de gobierno, Adolfo Suárez, la Unión de Centro Democrático. La oposición de izquierda está protagonizada por el PSOE que, con los jóvenes Felipe González y Alfonso Guerra, plantean un programa moderado. A la derecha, Manuel Fraga lidera AP (Alianza Popular). En Cataluña y el País Vasco destacan sus partidos y coaliciones nacionalistas (Pacte democrátic per Catalunya y PNV)

La primera legislatura democrática tiene varios objetivos:
– La reconciliación entre españoles, que lleva a una Ley de amnistía que libera a presos relacionados con la política (incluso con delitos de sangre, como terroristas) y a un «Pacto del olvido» que no permite resolver los crímenes del franquismo.
– La construcción de un estado democrático similar al de los países de su entorno (Constitución, Ley de divorcio, nuevo Concordato con Santa Sede..).
– La solución del «problema regional» con la creación del Estado de las Autonomías, casi federal y asimétrico.
– Por último, hacer frente a la crisis económica y social existente. Destacan los Pactos de la Moncloa con partidos políticos y agentes económicos y sociales.

La situación no era fácil, y el gobierno tuvo que hacer frente además a la violencia del terrorismo, a la crisis (la prensa destaca mucho el problema de la seguridad ciudadana) y a los problemas internos de UCD. Finalmente, Suárez, prácticamente sin apoyos, dimite. El nuevo presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, ve nacer su gobierno con un gran susto (el 23-F).

Bajo el lema «Por el cambio», el PSOE se presenta con una gran fuerza a las elecciones de octubre de 1982, consiguiendo la mayoría absoluta (más del 50% total de votos!): la culminación de la España autonómica, el freno al terrorismo y a la involución militar, la integración en Europa y el desarrollo de un Estado social, con sanidad y educación universales, fueron los grandes retos de este nuevo gobierno.

Una síntesis sencilla de esta época, aquí
Un especial de El Mundo, 25 años sin Franco

Tiempos de cambio

Tiempos de cambio

En esta entrada vamos a hacer referencia a la situación política que se vivía en los primeros años del ochenta, caracterizados, principalmente , por el triunfo electoral, en octubre de 1982, del Partido Socialista Obrero Español. Algunos historiadores incluso señalan esta fecha como el final del período de la Transición (o, al menos, d ela Primera transición).

Tras la muerte de Franco, la Ley de Reforma política permite de nuevo la convocatoria de elecciones y los partidos políticos.Aceptada inicialmente por las Cortes franquistas (lo que se denomina el harakiri), fue aprobada en referéndum el 15 de diciembre de 1976.

Pocos meses después – y en plena Semana Santa – el PCE (Partido Comunista de España) es legalizado. También van volviendo muchos exiliados, como La Pasionaria o Rafael Alberti

En junio de 1977 se celebran las primeras elecciones democráticas desde 1936. Triunfa una coalición surgida en torno al presidente de gobierno, Adolfo Suárez, la Unión de Centro Democrático. La oposición de izquierda está protagonizada por el PSOE que, con los jóvenes Felipe González y Alfonso Guerra, plantean un programa moderado. A la derecha, Manuel Fraga lidera AP (Alianza Popular). En Cataluña y el País Vasco destacan sus partidos y coaliciones nacionalistas (Pacte democrátic per Catalunya y PNV)

La primera legislatura democrática tiene varios objetivos:
– La reconciliación entre españoles, que lleva a una Ley de amnistía que libera a presos relacionados con la política (incluso con delitos de sangre, como terroristas) y a un «Pacto del olvido» que no permite resolver los crímenes del franquismo.
– La construcción de un estado democrático similar al de los países de su entorno (Constitución, Ley de divorcio, nuevo Concordato con Santa Sede..).
– La solución del «problema regional» con la creación del Estado de las Autonomías, casi federal y asimétrico.
– Por último, hacer frente a la crisis económica y social existente. Destacan los Pactos de la Moncloa con partidos políticos y agentes económicos y sociales.

La situación no era fácil, y el gobierno tuvo que hacer frente además a la violencia del terrorismo, a la crisis (la prensa destaca mucho el problema de la seguridad ciudadana) y a los problemas internos de UCD. Finalmente, Suárez, prácticamente sin apoyos, dimite. El nuevo presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, ve nacer su gobierno con un gran susto (el 23-F).

Bajo el lema «Por el cambio», el PSOE se presenta con una gran fuerza a las elecciones de octubre de 1982, consiguiendo la mayoría absoluta (más del 50% total de votos!): la culminación de la España autonómica, el freno al terrorismo y a la involución militar, la integración en Europa y el desarrollo de un Estado social, con sanidad y educación universales, fueron los grandes retos de este nuevo gobierno.

Una síntesis sencilla de esta época, aquí
Un especial de El Mundo, 25 años sin Franco

La prensa satírica en la Transición

La prensa satírica en la Transición

En estos días tan duros para la lucha por las libertades de las personas y de la sociedad, en especial por la libertad de expresión, no está de más recordar que en la España de la Transición también se produjo esta misma lucha, unos para defenderla, otros para, como hace unos días, luchar con el terror para terminar con ella.

Con la muerte de Franco (al que la recién nacida Charlie Hebdo dedicaba sus primeras portadas) y la llegada de la democracia, el humor satírico de tipo político se impuso al tradicional más costumbrista. Solo en Cataluña se editaban seis revistas de humor, y aparecen humoristas como Óscar, Cesc o Perich. Estos autores , con otros como Forges o Cumy Chúmez, escriben en la prensa diaria o en revistas políticas, pero aparecen revistas específicas como El Papus, Por favor, Hermano Lobo o la todavía existente El Jueves. La influencia de publicaciones similares en Francia, donde allí el humorismo gráfico-político era una tradición y símbolo de las libertades de la república francesa, son evidentes.

El Papus tenía un tono transgresor políticamente poco correcto, parodiando las contradiciones sociales de la época. Su humor rompedor no pareció gustar demasiado entre los sectores más reaccionarios, y el 20 de septiembre de 1977, la redacción de El Papus sufrió un atentado en el que murió una persona.



Aquí tenéis algunas caricaturas de la época
– De una exposición de la BNE



La prensa satírica en la Transición

La prensa satírica en la Transición

En estos días tan duros para la lucha por las libertades de las personas y de la sociedad, en especial por la libertad de expresión, no está de más recordar que en la España de la Transición también se produjo esta misma lucha, unos para defenderla, otros para, como hace unos días, luchar con el terror para terminar con ella.

Con la muerte de Franco (al que la recién nacida Charlie Hebdo dedicaba sus primeras portadas) y la llegada de la democracia, el humor satírico de tipo político se impuso al tradicional más costumbrista. Solo en Cataluña se editaban seis revistas de humor, y aparecen humoristas como Óscar, Cesc o Perich. Estos autores , con otros como Forges o Cumy Chúmez, escriben en la prensa diaria o en revistas políticas, pero aparecen revistas específicas como El Papus, Por favor, Hermano Lobo o la todavía existente El Jueves. La influencia de publicaciones similares en Francia, donde allí el humorismo gráfico-político era una tradición y símbolo de las libertades de la república francesa, son evidentes.

El Papus tenía un tono transgresor políticamente poco correcto, parodiando las contradiciones sociales de la época. Su humor rompedor no pareció gustar demasiado entre los sectores más reaccionarios, y el 20 de septiembre de 1977, la redacción de El Papus sufrió un atentado en el que murió una persona.



Aquí tenéis algunas caricaturas de la época
– De una exposición de la BNE



Ese bichito tan pequeño…

Ese bichito tan pequeño…

En la segunda novela del inspector Mainar, un personaje secundario, hermana de un compañero, está enferma. O, mejor dicho, ha sido envenenada. Se trata del denominado «síndrome de colza», el mayor caso de envenenamiento masivo de la historia de España reciente.

En la primavera de 1981 comenzaron a llegar a los hospitales centerares de enfermos con síntomas muy parecidos de tipo pulmonar. A partir de mayo comienza a morir algunos, en especial en torno a Madrid y en Castilla. Estas muertes caen en el ya citado ambiente de tensión política, social y económica, y la acción de las autoriades sanitarias no ayudó demasiado (recordemos el caso tan reciente del ébola). El ministro de sanidad llegó a utilizar una expresión que ha pasado a la historia: «El mal lo causa un bichito. Es tan pequeño que, si se cae de la mesa, se mata». El que llamaban «síndrome de neumonía atípica» fue poco a poco descubriendo sus miserias: el causante d ela enfermedad era la presencia en los productos consumidos por los afectados de acetilanilida, un marcador presente en el aceite industrializado.

Así, aceite de colza industrial había sido desviado al circuito de consumo humano, vendido a más bajo precio en mercadillos y a domicilio. La enfermedad afectó a 20.000 personas, muriendo en esos primeros momentos 330.


OTAN, de entrada, no

OTAN, de entrada, no

La segunda novela del inspector Mainar, «Todas las miradas del mundo»se sitúa en el contexto mundial de la Guerra Fría. España, aunque poco partícipe de la política internacional de la época, herencia de su carácter de potencia europea secundaria y del aislamiento provocado por la dictadura franquista, vive en esos años una apertura al exterior no solo por la celebración mundialística, sino también por la integración de España en instituciones europeas o de carácter más amplio.

Así, España entra en el Consejo de Europa en 1977 y amplía sus relaciones diplomáticas con países como México, la URSSo Israel. Más polémica fue la entrada de España en la OTAN, organización militar del bloque occidental liderado por EE.UU.
Leopoldo Calvo Sotelo decidió entrar en esta organización en 1981 inmediatamente después del intento de golpe de estado del 23-F: una mayor aproximación a los aliados occidentales, en especial a EE.UU., el deseo de integrar a los militares españoles en estructuras más modernas y no tan políticas o la búsqueda de apoyos a su débil goberno, fueron las razones por las que se entró, de una manera rápida, en la OTAN (mayo de 1982).

Pero la oposición a esta incorporación fue grande, liderada por el principal partido opositor, el PSOE, uno de cuyos lemas principales para la campaña electoral de ese mismo 1982 fue «OTAN, de entrada no!, exigiendo la celebración de un referéndum para decidir la postura internacional de nuestro país. Esta idea fue apoyada por numerosos grupos antimilitaristas, muy activos en ciudades como Zaragoza, que desde los años cincuenta tenía una base de utilización conjunta hispano-norteamericana.

Con la llegada al gobierno del PSOE (octubre 82), Felipe González frenó la incorporación de España hasta la OTAN y se celebró el referéndum prometido. Lo cursioso es que el PSOE decidió en este momento apoyar la permanencia en la OTAN (sin participación en una parte de ella), y el resultado del referéndum (marzo 1986) así lo confirmó

A nivel internacional, la década d elos ochenta fue una nueva etapa de tensión dentro de la Guerra Fría, que incluso se reflejó a nivel deportivo (boicot a los juegos Olímpicos de Moscú -1980- y Los Ángeles – 1984-) o cinematográfico (la serie de películas de Rambo nace en esta época). Incluso la amenaza nuclear se hizo más patente que nunca, con nuevas carreras armamentísticas que provocaron numersas protestas en el mundo occidental (como el movimiento de las mujeres de Greenham Common, en Inglaterra)

Algunos ejemplos
– Sin duda conoceréis la referencia en los Simpsons al boicot de los Juegos Olímpicos de 1984
– Como refleja la novela analizada, el mundo de los espías se activó mucho en esta época, como puedes ver en la serie The americans
Afganistan, invadida por los soviéticos en 1980, fue uno d elos últimos episodios de la guerra fría. Rambo estuvo allí
– En ¿Te acuerdas? de RTVE, el referéndum de la OTAN

"los años de plomo" de la Transición

"los años de plomo" de la Transición

Se denomina «años de plomo» a un período de la historia de un país caracterizado por la extrema violencia política (atentados, represión del gobierno) pero sin llegar a guerra civil. Aunque la Transición se presentó como un paso «modélico» de una dictadura a una democracia, es cierto que se vivió en medio de una tensión política que desembocó en numerosísimos episodios de violencia política.

Las novelas que estamos trabajando, ambientadas en los inicios de los ochenta, corresponden a estos «años de plomo» de la Transición española: así, en 1980 ETA, que no reconoce el cambio a la democracia en españa, asesinó en torno a un centenar de personas, GRAPO (Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre, de extrema izquierda), seis, y la extrema derecha, en especial el autodenominado Batallón Vasco español, veinticinco. También hubo muertos entre los terroristas, bien en los atentados, bien víctimas de la acción parapolicial (la primera novela hace referencia al «caso Arregui«, y la segunda, al caso Almería). En total, un muerto cada sesenta horas.
Incluso en 1985 se produce el primer atentado islamista en España, en un rertaurante frecuentado por militares norteamericanos

Las víctimas de los atentados de los grupos terroristas eran sobre todo miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, policía nacional y guardias civiles. También militares. En ambos casos, pero en especial en el primero, apenas había reconocimiento oficial o periodístico, tal y como se puede leer en esta casi neutra noticia de 1977.

Por otro lado ETA atentaba contra personas que consideraban «enemigas» del pueblo vasco, como sospechosos de traficantes de droga o incluso trabajadores de empresas como la constructora de la central nuclear de Lemóniz (la novela «Días de sangre» hace referencia a qyue Mainar ah participado en la investigación del secuestro y posterior asesinato del ingeniero Ryan).

Así, cualquier acontecimiento era leído en esta clave política, bien sea el secuestro de Quini, bien el famoso asalto al Banco central de Barcelona 

Ese bichito tan pequeño…

Ese bichito tan pequeño…

En la segunda novela del inspector Mainar, un personaje secundario, hermana de un compañero, está enferma. O, mejor dicho, ha sido envenenada. Se trata del denominado «síndrome de colza», el mayor caso de envenenamiento masivo de la historia de España reciente.

En la primavera de 1981 comenzaron a llegar a los hospitales centerares de enfermos con síntomas muy parecidos de tipo pulmonar. A partir de mayo comienza a morir algunos, en especial en torno a Madrid y en Castilla. Estas muertes caen en el ya citado ambiente de tensión política, social y económica, y la acción de las autoriades sanitarias no ayudó demasiado (recordemos el caso tan reciente del ébola). El ministro de sanidad llegó a utilizar una expresión que ha pasado a la historia: «El mal lo causa un bichito. Es tan pequeño que, si se cae de la mesa, se mata». El que llamaban «síndrome de neumonía atípica» fue poco a poco descubriendo sus miserias: el causante d ela enfermedad era la presencia en los productos consumidos por los afectados de acetilanilida, un marcador presente en el aceite industrializado.

Así, aceite de colza industrial había sido desviado al circuito de consumo humano, vendido a más bajo precio en mercadillos y a domicilio. La enfermedad afectó a 20.000 personas, muriendo en esos primeros momentos 330.


Descripción general de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para que podamos brindarle la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en su navegador y realiza funciones como reconocerlo cuando regresa a nuestro sitio web y ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones del sitio web le resultan más interesantes y útiles.