Etiquetado: Patrimonio

Os tellados da Catedral de Santiago

Os tellados da Catedral de Santiago

Os dous últimos sábados estiven colaborando nas xornadas «Os camiños de Santiago como recurso didáctico».Para rematar a actividade fixemos unha visita ás cubertas da Catedral. Desde alí pode verse como foi evolucionando a construción pasando por…

Vitoria: La última de Iruña-Veleia

Vitoria: La última de Iruña-Veleia

Una imagen de la muralla sur del yacimiento de Iruña-Veleia, donde se realizará la primera intervención.- PRADIP J. PHANSE

Cuando, a principios del mes de julio, los diez arqueólogos que forman el equipo de la Universidad del País Vasco que trabajará en Iruña-Veleia accedan al yacimiento se encontrarán con una desagradable tarea: recuperar para el patrimonio vasco su mejor representante de época romana, vapuleado por el anterior equipo, que salpicó de malas prácticas arqueológicas esta ciudad clave en la vía Astorga-Burdeos.

Buena parte de ellas procede de 2008, la última campaña que llevó a cabo la empresa Lurmen, S. L., la compañía que dirigían Eliseo Gil e Idoia Filloy, quienes habían presentado las inscripciones excepcionales que resultaron falsas dos años antes. En aquel año, la Diputación de Álava, desde el departamento de Cultura que dirige Lorena López de Lacalle, ya había puesto en marcha la comisión de investigación sobre la autenticidad de estos hallazgos mientras la presión de la empresa pública Euskotren, que financiaba con 600.000 euros anuales los trabajos, aumentaba.

Nueve Proyecto arquitectónico para la muralla sur

La apariencia de abandono, después de dos años con la excavación parada es evidente en todo el recinto, pero sobre todo en la muralla sur. «Esta será la primera intervención, de urgencia; ya tenemos el proyecto arquitectónico para empezar cuanto antes», adelantaba el viernes el profesor titular de Arqueología Julio Núñez, responsable del plan director de Iruña-Veleia. Además se retirará una valla metálica que la recorre, «para que el visitante disfrute sin barreras visuales del principal elemento constructivo de la ciudad». Una ciudad que más que militar, como se sostenía hasta ahora, tiene una impronta sobre todo comercial, «dada su condición de parada clave en la Astorga-Burdeos».

Entre las intervenciones previstas también se apuesta por recuperar para el disfrute el territorio donde se encontraba la colina en la que desde la Edad Media y hasta el XIX se ubicó un convento de la Orden de San Juan de Jerusalén. «Desde ahí se puede contemplar la salida de la vía por el norte y el poblado prerromano que se encontraba al oeste», añade Núñez. Sin olvidar la edición de una monografía anual que recoja los trabajos realizados.

En ese contexto, Eliseo Gil comenzó a intervenir de manera errática en algunos sectores que se habían descubierto entre los años 50 y los 70, que estaban parcialmente abandonados. Así se puede comprobar nada más entrar en el recinto, en una serie de muros correspondientes a una domus. Sin contar con el correspondiente proyecto arquitectónico, visado por el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro, el equipo de Gil y Filloy en lugar de despejar y consolidar la cabecera de los muros, comenzó a levantar hasta en más de un metro sobre la ruina arqueológica, sin ningún tipo de rigor constructivo e introduciendo azulejos de cocina como señal de separación entre la época antigua y la moderna.
El responsable del plan director, el profesor titular de Arqueología de la UPV, Julio Núñez, explicaba el viernes que esta intervención sin proyecto arquitectónico «ha llevado a que en dos años la parte inferior haya sufrido un notable deterioro; no sabemos qué hacer con estos muros para conseguir proteger la base de época romana». Otro reconocido arqueólogo apuntaba que «es de dudosa buena práctica arqueológica la prolongación de muros, pero lo que no tiene ninguna justificación es llevar a cabo ese trabajo sin el consiguiente proyecto».

El paseo continúa hasta llegar a la zona de la domus de Pompeya Valentina, cuyo mosaico, que se conservaba parcialmente, se ha reconstruido, algo que se entiende como una intervención excesiva. Pero un poco más allá, en otro sector en el que excavó en los años 50 Gratiniano Nieto, el descubridor de la muralla de la ciudad, se ha reconstruido completamente un mosaico que había sido expoliado, a partir de una fotografía tomada por el propio Nieto. Julio Núñez lo denuncia, pero otro de los veteranos arqueólogos alaveses que ha estudiado la ciudad lo califica como «algo intolerable». «Eso no es mala práctica, es simplemente intervenir en el patrimonio, para transformarlo, lo que es ilegal».

Julio Núñez confía en recuperar la dignidad de Iruña-Veleia que estas prácticas o los grafitos falsos han menoscabado. «No se conoce bien cómo se han tomado en el ámbito internacional estas falsificaciones y estas intervenciones, somos el cachondeo de los congresos de Arqueología; ahora tenemos que pasar página», zanja el experto.

Txema G. Crespo, Vitoria: La última de Iruña-Veleia, EL PAÍS, 13 de junio de 2010

La Casa de las Pavas (en Córdoba) exhibe su pasado

La Casa de las Pavas (en Córdoba) exhibe su pasado

Bajo la piscina Los arqueólogos, con la viga junto a la canalización y con el aljibe al fondo. Foto:SANCHEZ MORENO El hotel de cinco estrellas, ubicado en la Casa de las Pavas (denominado Las Casas de la Judería), muestra ya toda la riqueza patrimonial hallada en su interior, testimonio de los avatares de los siglos XV, XVI y XVII. El equipo que ha estado trabajando durante más de un año en la restauración de los restos arqueológicos encontrados, dirigido por la arqueóloga Fátima Castillo, ha terminado su labor, con lo que el pasado ha quedado ya totalmente integrado en el inmueble, pudiéndose observar ahora la interacción del tiempo. La mayoría de los vestigios, cuyo descubrimiento adelantó este diario el verano pasado, han sido conservados en el lugar en el que fueron hallados —in situ — y otros se han reubicado —in loco –.

Entre los restos puestos en valor en el edificio de la calle Tomás Conde, la responsable de Arqueoqurtuba, Fátima Castillo, destaca los silos del siglo XVII, «que fueron construidos con ladrillo y mortero de cal» y que, probablemente, servían para almacenar grano. Son estructuras de enormes dimensiones, ya que miden más de tres metros de altura, por lo que no pasan desapercibidas. Estos restos han quedado integrados in situ en la planta sótano del hotel y se pueden apreciar desde un pozo de uno de los patios.

Pero todo no queda ahí. Bajo la piscina del hotel, hay un acceso por medio de unas escaleras donde se encuentran los restos de un aljibe de gran tamaño del siglo XVI, que comparte espacio con una canalización hidráulica del siglo XV, una gran tinaja del XVII, y la solería y un muro provenientes del siglo XVI. Según Fátima Castillo, el aljibe «es de calcarenita y la bóveda, a cuatro aguas, de ladrillo con mortero de cal». Mide 5,05 metros por 3,80 y tiene una altura de 4,80 metros. Dentro puede albergar unos 92 metros cúbicos. La arqueóloga asegura que se encuentra «muy bien conservado tanto en su interior como en el exterior».

Un ejemplo Parte de los restos. Foto:SANCHEZ MORENO En cuanto a la solería del siglo XVI, los arqueólogos de Arqueoqurtuba han tenido que desmontarla en parte para poder ejecutar la obra de rehabilitación del hotel, aunque después ha regresado a su lugar. Según Castillo, la «fábrica de ladrillos que la forman es exquisita, con dos tonos de color rojo y amarillo, con olambrillas en verde, blanco y ocre».

Por otro lado, la canalización del siglo XV, que tuvo que ser desmontada, también ha sido restaurada por los arqueólogos y colocada en otro lugar distinto a donde se encontró. La responsable de la excavación asegura que se encuentra «soportada sobre una base de sillarejo y cuyo atanor, una pieza cilíndrica perfecta, es de cerámica y se conserva muy bien». A este espacio también se ha incorporado «una preciosa viga de madera tallada con motivos vegetales de época islámica», que ha sido otra de las sorpresas que deparaba la Casa de las Pavas. La viga ha sido restaurada.

Pero quedan más tesoros además de este, como «las pinturas de estilo mudéjar con tonos oscuros, ocres, verde y blanco formando motivos geométricos», que están en uno de los arcos del patio mudéjar. Allí se pueden contemplar también los pilares mudéjares de ladrillo con forma ochavada. A la vista de todos estos hallazgos, el hotel es, según Fátima Castillo, «un gran ejemplo a seguir por la cantidad de restos integrados y puestos en valor» y por su «originalidad».

La Casa de las Pavas tiene su origen en 1597, cuando el canónigo Juan Singler la construyó. Entonces, habilitó dos plantas en torno a uno o varios patios con grandes dependencias. Durante la segunda República fue una casa de vecinos, que realizaron grandes reformas. Hoy día es propiedad del Duque de Segorbe y forma parte de la cadena Hoteles, Casas y Palacios.

Isabel Leña: La Casa de las Pavas exhibe su pasado, Diario Córdoba, 7 de junio de 2010

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