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Andy Warhol: el mago de la transgresión

Andy Warhol: el mago de la transgresión

El artista y cineasta Andy Warhol. GETTY IMAGES
El artista y cineasta Andy Warhol. GETTY IMAGES
Para muchos ese retrato sensual y pop que es la Marilyn de Andy Warhol (hecho después del suicidio de la estrella) es uno de los iconos del siglo XX. Otros -más críticos con el llamado «Papa del pop»- dudan de si una pintura basada en una foto y en medios casi totalmente mecánicos de coloración es un logro de la pintura o del consumo. Todos creen que Andy fue un genio visionario de su época (aquello de los 15 minutos de fama que todos tendríamos) pero las valoraciones profesionales distan mucho… Andrew Warhol nació en agosto de 1928, hijo de una familia católica de emigrantes eslovacos. Su madre, llegada a América en 1921, tardó en hablar bien inglés, y el propio Andy en el colegio sufrió aún de esa deficiencia. Mucho quiere decir de ese país que hoy se resiente de la emigración, que una de las figuras arquetípicas de su modernidad fuera hijo de emigrantes centroeuropeos…
Hay dos sesgos fundamentales en Andy Warhol al llegar a los 30 años de su muerte (el 22 de febrero de 1987): uno es su lado de pintor y cineasta avanzado, que se desarrolla sobre todo en los años 60, y otro -complementario pero distinto- su exitoso papel de jefe de la Factory neoyorquina, padre de todas las transgresiones y novedades que abren esos años malditos que he querido retratar en mi libro Nueva York/ Babilonia.
El arte pop (no olvidemos que pop es de popular) se resuelve en el triunfo absoluto de sus retratos de figuras icónicas, de Elvis Presley a Mao. Warhol escoge la foto, los colores, el modo de disponerlos y una máquina hace el resto, con leves retoques manuales -como máximo- al fin del proceso. Así surgen las botellas de Coca-Cola o las series dedicadas a Marilyn a partir de un fotograma muy glamuroso de la película Niágara. De 1962 a 1972 (cuando retrata doble a la esposa del dueño de la Fiat, Marella Agnelli), desde Jackie Kennedy y Marlon Brandon hasta Liz Taylor, Warhol pone brillos, colores y duplicidades a todo el panteón de las divinidades contemporáneas.
Se valore como se valore su calidad de arte, lo cierto es que Warhol se convirtió en una absoluta celebridad, con su peluca, su mala piel y su aire muy informal que se tornará, a la postre, en la moda del dirty chic, o sea la elegancia desgalichada… Warhol crea la revista Interview –todo lo moderno pasará por ella– o hace tediosas películas de seis horas (como SleepSueño, de 1963) en la que sólo vemos interminablemente dormir a un hombre. Pero eso era un rasgo nuevo. Por supuesto Chelsea girls (1966), rodada en torno a las chicas y travestis que vivían en ese hotel neoyorquino, es mejor, pero ¿vale más la modernidad y su patente de corso o el cine en sí? Todas estas preguntas sobre Andy no se han contestado satisfactoriamente y siguen ahí.
Warhol (así me pareció al conocerlo en enero de 1983) era un personaje enigmático, de aire imperturbable o que tal parecía. Pidió en Madrid ir rodeado por cuatro modelos muy guapos. Nadie pensó que se acostara con ellos, eran puro atrezo. Dicen que Warhol era frígido, y, aunque obviamente homosexual, no se le conocen historias. Le encantaba ver cómo los demás transgredían, bajo su bendición, pero él sólo les sacaba fotos. En la discoteca Studio 54 -ya en los 70 finales- Andy pasa las noches con Truman Capote, al que siempre admiró. Truman se pone ciego de coca. Andy, a su lado, la encarga pero no la prueba… ¿Era la, según algunos, terrible influencia de su madre Julia, muy católica y fallecida en 1972? Andy vivía en la verdadera bohemia, pero, al morir, muchos descubrieron que tenía una casa, elegante y convencional, en el centro de Manhattan. La Factory estaba abierta a todo: transgresiones o belleza o ambas. A aquella casa aburguesada (que, creo, compró después Elena Benarroch) casi nadie había ido.
Andy Warhol (en sombra y con gafas de sol). Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Maureen Tucker, Nico, Paul Morrissey y Gerard Malanga, en 1966. EL MUNDO
Andy Warhol (en sombra y con gafas de sol). Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Maureen Tucker, Nico, Paul Morrissey y Gerard Malanga, en 1966. EL MUNDO
Con esto llegamos al segundo plano de Andy que, a lo mejor, es el primero o el que en buena medida sigue más vivo: el de padre y promotor de las transgresiones artísticas y humanas. Dejamos de lado -no es del todo posible- al pintor y cineasta pop, y nos hallamos con el gran valedor de la Factory, el que expide los carnés de «moderno» desde Nueva York. Sin el carnet firmado por Andy es imposible ser moderno. Por ello apadrinó (no sé si dándose plena cuenta) la Movida Madrileña, desde el palacete de los March.
Warhol está detrás del cine transgresor de Paul Morrissey, especialmente de la trilogía que se abre con Flesh -Carne- de 1969 y que presenta a un bello Joe Dallesandro haciendo de chapero, con toda normalidad, en Nueva York. Warhol está detrás del lanzamiento como grupo de rock de Velvet Underground con un Lou Reed que se convierte en estrella y en el creador del himno de la época, la canción Take a walk on the wild side.
También inventa a la modelo alemana Nico, cantando en inglés. Nico como la mujer moderna, diferente. Después, Warhol descubre a un chico mulato y grafitero de origen haitiano, Jean Michel Basquiat (atractivo, además) al que convierte en un pintor renovador, caro y revolucionario en un tiempo récord. Muchos volverán a preguntarse si Basquiat fue un gran pintor o sólo un truco seductor de Andy. Como fuese, Jean Michel apenas sobrevivió un año a su descubridor, pues murió de sobredosis en 1988. Muchos eran jóvenes y casi todos -una buena temporada- yonquis. Pagaron su precio. Ya hemos dicho que Warhol jamás se pinchó aunque estuvo delante y sacó fotos como quiso hacerlo con el cuerpo de un chico de la Factory que se suicidó. Qué pena que no lo advirtiera -comentó al enterarse- habríamos tomado fotos… Las frases de sus libros (especialmente Mi filosofía de A a B y de B a A) casi siempre sugerentes u ocurrentes pasan del ingenio al atrevimiento, como él mismo: «Todo el mundo tiene una idea distinta del amor. Una chica que conozco dijo: Supe que me amaba porque no se corría en mi boca». Dandi con playeras, peluca platino y un cutis decididamente malo, Andy fue el inicio de lo que aún somos. Todavía no se le juzga bien. El mito es absoluto y ya está servido.
Luis Antonio de Villena: Andy Warhol: el mago de la transgresión, EL MUNDO, 21 de febrero de 2017
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Andy Warhol: el mago de la transgresión

Andy Warhol: el mago de la transgresión

El artista y cineasta Andy Warhol. GETTY IMAGES
El artista y cineasta Andy Warhol. GETTY IMAGES
Para muchos ese retrato sensual y pop que es la Marilyn de Andy Warhol (hecho después del suicidio de la estrella) es uno de los iconos del siglo XX. Otros -más críticos con el llamado «Papa del pop»- dudan de si una pintura basada en una foto y en medios casi totalmente mecánicos de coloración es un logro de la pintura o del consumo. Todos creen que Andy fue un genio visionario de su época (aquello de los 15 minutos de fama que todos tendríamos) pero las valoraciones profesionales distan mucho… Andrew Warhol nació en agosto de 1928, hijo de una familia católica de emigrantes eslovacos. Su madre, llegada a América en 1921, tardó en hablar bien inglés, y el propio Andy en el colegio sufrió aún de esa deficiencia. Mucho quiere decir de ese país que hoy se resiente de la emigración, que una de las figuras arquetípicas de su modernidad fuera hijo de emigrantes centroeuropeos…
Hay dos sesgos fundamentales en Andy Warhol al llegar a los 30 años de su muerte (el 22 de febrero de 1987): uno es su lado de pintor y cineasta avanzado, que se desarrolla sobre todo en los años 60, y otro -complementario pero distinto- su exitoso papel de jefe de la Factory neoyorquina, padre de todas las transgresiones y novedades que abren esos años malditos que he querido retratar en mi libro Nueva York/ Babilonia.
El arte pop (no olvidemos que pop es de popular) se resuelve en el triunfo absoluto de sus retratos de figuras icónicas, de Elvis Presley a Mao. Warhol escoge la foto, los colores, el modo de disponerlos y una máquina hace el resto, con leves retoques manuales -como máximo- al fin del proceso. Así surgen las botellas de Coca-Cola o las series dedicadas a Marilyn a partir de un fotograma muy glamuroso de la película Niágara. De 1962 a 1972 (cuando retrata doble a la esposa del dueño de la Fiat, Marella Agnelli), desde Jackie Kennedy y Marlon Brandon hasta Liz Taylor, Warhol pone brillos, colores y duplicidades a todo el panteón de las divinidades contemporáneas.
Se valore como se valore su calidad de arte, lo cierto es que Warhol se convirtió en una absoluta celebridad, con su peluca, su mala piel y su aire muy informal que se tornará, a la postre, en la moda del dirty chic, o sea la elegancia desgalichada… Warhol crea la revista Interview –todo lo moderno pasará por ella– o hace tediosas películas de seis horas (como SleepSueño, de 1963) en la que sólo vemos interminablemente dormir a un hombre. Pero eso era un rasgo nuevo. Por supuesto Chelsea girls (1966), rodada en torno a las chicas y travestis que vivían en ese hotel neoyorquino, es mejor, pero ¿vale más la modernidad y su patente de corso o el cine en sí? Todas estas preguntas sobre Andy no se han contestado satisfactoriamente y siguen ahí.
Warhol (así me pareció al conocerlo en enero de 1983) era un personaje enigmático, de aire imperturbable o que tal parecía. Pidió en Madrid ir rodeado por cuatro modelos muy guapos. Nadie pensó que se acostara con ellos, eran puro atrezo. Dicen que Warhol era frígido, y, aunque obviamente homosexual, no se le conocen historias. Le encantaba ver cómo los demás transgredían, bajo su bendición, pero él sólo les sacaba fotos. En la discoteca Studio 54 -ya en los 70 finales- Andy pasa las noches con Truman Capote, al que siempre admiró. Truman se pone ciego de coca. Andy, a su lado, la encarga pero no la prueba… ¿Era la, según algunos, terrible influencia de su madre Julia, muy católica y fallecida en 1972? Andy vivía en la verdadera bohemia, pero, al morir, muchos descubrieron que tenía una casa, elegante y convencional, en el centro de Manhattan. La Factory estaba abierta a todo: transgresiones o belleza o ambas. A aquella casa aburguesada (que, creo, compró después Elena Benarroch) casi nadie había ido.
Andy Warhol (en sombra y con gafas de sol). Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Maureen Tucker, Nico, Paul Morrissey y Gerard Malanga, en 1966. EL MUNDO
Andy Warhol (en sombra y con gafas de sol). Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Maureen Tucker, Nico, Paul Morrissey y Gerard Malanga, en 1966. EL MUNDO
Con esto llegamos al segundo plano de Andy que, a lo mejor, es el primero o el que en buena medida sigue más vivo: el de padre y promotor de las transgresiones artísticas y humanas. Dejamos de lado -no es del todo posible- al pintor y cineasta pop, y nos hallamos con el gran valedor de la Factory, el que expide los carnés de «moderno» desde Nueva York. Sin el carnet firmado por Andy es imposible ser moderno. Por ello apadrinó (no sé si dándose plena cuenta) la Movida Madrileña, desde el palacete de los March.
Warhol está detrás del cine transgresor de Paul Morrissey, especialmente de la trilogía que se abre con Flesh -Carne- de 1969 y que presenta a un bello Joe Dallesandro haciendo de chapero, con toda normalidad, en Nueva York. Warhol está detrás del lanzamiento como grupo de rock de Velvet Underground con un Lou Reed que se convierte en estrella y en el creador del himno de la época, la canción Take a walk on the wild side.
También inventa a la modelo alemana Nico, cantando en inglés. Nico como la mujer moderna, diferente. Después, Warhol descubre a un chico mulato y grafitero de origen haitiano, Jean Michel Basquiat (atractivo, además) al que convierte en un pintor renovador, caro y revolucionario en un tiempo récord. Muchos volverán a preguntarse si Basquiat fue un gran pintor o sólo un truco seductor de Andy. Como fuese, Jean Michel apenas sobrevivió un año a su descubridor, pues murió de sobredosis en 1988. Muchos eran jóvenes y casi todos -una buena temporada- yonquis. Pagaron su precio. Ya hemos dicho que Warhol jamás se pinchó aunque estuvo delante y sacó fotos como quiso hacerlo con el cuerpo de un chico de la Factory que se suicidó. Qué pena que no lo advirtiera -comentó al enterarse- habríamos tomado fotos… Las frases de sus libros (especialmente Mi filosofía de A a B y de B a A) casi siempre sugerentes u ocurrentes pasan del ingenio al atrevimiento, como él mismo: «Todo el mundo tiene una idea distinta del amor. Una chica que conozco dijo: Supe que me amaba porque no se corría en mi boca». Dandi con playeras, peluca platino y un cutis decididamente malo, Andy fue el inicio de lo que aún somos. Todavía no se le juzga bien. El mito es absoluto y ya está servido.
Luis Antonio de Villena: Andy Warhol: el mago de la transgresión, EL MUNDO, 21 de febrero de 2017
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PhotoEspaña nos invita a entrar al estrambótico estudio de Andy Warhol

PhotoEspaña nos invita a entrar al estrambótico estudio de Andy Warhol

Andy Warhol ha sido uno de los artistas más influyentes del siglo XX
Lo
llamaron The Factory (La Fábrica) porque en
él trabajaban con enormes lienzos que requerían unsistema
en cadena
, propio de una fábrica. Allí, en su estudio de Nueva
York, Andy
Warhol 
y sus
compañeros de oficio mostraron al mundo una manera distinta de entender
el arte. Eran
los años
60
. Warhol empezaba a diseñar lasserigrafías que años más tarde
recorrerían el mundo y por su estudio transitaban ya toda serie de
personajes –homosexuales, travestis, drogadictos y hambrientos– que se
transformaban, en aquel espacio, en superestrellas. El nudismo,
la libertad sexual y las drogas convivían con una
intensa producción artística y cinematográfica. La
exposición De la Factory al mundo,
que se puede ver hasta el 22 de julio en el Centro de Arte Teatro
Fernán Gómez y que se integra en PhotoEspaña 2012, busca mostrar la vida
de Warhol, que siempre ha tenido fama de frío y distante. Para
enseñarnos cómo hizo su trabajo y de quiénes se rodeó, la muestra se
divide en cuatro apartados.
Billy
Name, fotógrafo oficial de The Factory


El
primero lo conforman aquellas fotos hechas con el recién inventado fotomatón y las imágenes que
tomó Billy
Name
, fotógrafo al que Warhol propuso que forrara las paredes
del estudio con papel de aluminio, técnica que Name había utilizado
para decorar su apartamento. Name
se convirtió durante los años 60 en el fotógrafo oficial de The Factory y sus instantáneas recogen
la puesta en escena que caracterizaba a los que pasaban por el estudio,
a los que él mostraba como gente corriente.
La
segunda parte de la exposición está protagonizada por la mirada de Stephen
Shore
, más estudiada y favorecedora que la anterior. A pesar
de ser autodidacta, supo captar escenas con el lenguaje de la
fotografía artística profesional, como se puede apreciar en la que hizo
en la pista de baile mientras se celebraba una fiesta en The Factory. Shore fue también
el que retrató una de las paredes
del baño
 en la
que se aprecian los dibujos pornográficos. “En
este segundo apartado se encuentran las fotografías hechas por personas
que no formaban parte de la Factory pero que se
sentían muy atraídos
 por
ella”, explica a RTVE.es María
Beguiristain
, responsable de Coordinación Artística de
Fundación Banco Santander y coordinadora de esta exposición. “Aquí se
pueden ver las fiestas que se celebraban, algunos trabajos que Warhol
hacía, como las nubes de plata… Es decir, el día a día del estudio”,
añade.

“Si
hay caviar, los famosos no son necesarios”

Andy Warhol, fotografiado con una polaroid. Brigid Berlin

Con
la tercera parte de la muestra llegamos a los años
70 y 80
. Fue en estos tiempos cuando Warhol escribió que
padecía “la enfermedad social”, un trastorno que, según él, le llevaba a salir
todas las noches de fiesta
 con
su cámara. El estadounidense estaba obsesionado con retratar a personas
famosas en situaciones ordinarias. “Las fiestas se juzgan dependiendo
de cuántos famosos hayan asistido, aunque si sirven caviar los famosos
no son necesarios”, llegó a escribir.
“Él
iba a todas las fiestas con su cámara y con pilas alcalinas de repuesto
en busca de famosos. Le dejaban entrar al Studio
54
, donde era muy difícil acceder”, nos cuenta Beguiristain. 
Así,
parte de esta tercera sección son las imágenes que tomó Nat
Finkelstein
, que tampoco formaba parte de la Factory y que la
encontraba demasiado apolítica, lo que él criticaba. Pese a
distanciarse de ella, le apasionaba y realizó numerosas fotografías
sobre lo que allí ocurría. A diferencia de los demás fotógrafos que
retrataron la rutina de la Factory, Finkelstein prefería esconderse
tras el objetivo.

En Dretroit, durante una gira editorial por América. Christopher Makos

Warhol
y su estrafalario grupo de amigos


La
cuarta sección de la exposición está formada por las fotografías
tomadas por Cecil
Beaton
, uno de los profesionales más conocidos de la época.
Beaton fue el que logró retratar a un Warhol sofisticado acompañado de
su estrafalario grupo de amigos y empleados.
La
exposición se cierra con un vídeo en el que se ve a
Warhol en escenas poco conocidas y que finaliza con su funeral, en 1987.
Las
únicas fotografías realizadas por Warhol, situadas cerca de la
pantalla, no son, en efecto, ejemplo de grandes encuadres ni de una
buena exposición, pero se cree que el mítico artista quizás no era lo
buscaba al realizarlas.

Luisa Segura ALbert, Madrid: PhotoEspaña nos invita a entrar al estrambótico estudio de Andy Warhol, rtve.es, 25 de junio de 2012
Brigitte Bardot según Andy Warhol

Brigitte Bardot según Andy Warhol

Varias obras del estadounidense Andy Warhol, incluido un retrato de la actriz Brigitte Bardot, brillaron hoy en la subasta de la colección de arte del playboy alemán Gunter Sachs en la sede de Sotheby’s de Londres.
Un autorretrato del artista (6.641.000 euros) y su cuadro Flowers (4.629.000 euros), fueron las piezas más cotizadas de esta subasta de dos días, que continuará mañana, y cuenta con 300 obras de una colección ecléctica y muy personal del empresario, fotógrafo y playboy alemán.
Detalle del retrato de la actriz y cantante Brigitte Bardot realizado por Andy Warhol.

Detalle del retrato de la actriz y cantante Brigitte Bardot realizado por Andy Warhol.

Una de las piezas que más expectación había levantado era el retrato de Brigitte Bardot pintado en 1974 por Andy Warhol, amigo y guía en el mundo del arte de Sachs, que se suicidó en 2011. El cuadro de la exhuberante actriz francesa, la segunda esposa del empresario alemán, se vendió por 3.727.000 euros.
Gunter Sachs encargó el retrato al artista estadounidense tras divorciarse de Bardot, a la que, según cuenta la leyenda, conquistó arrojando desde un helicóptero cientos de rosas rojas sobre el jardín de su villa en la rivera francesa. La obra Brigitte Bardot, que continúa la serie de retratos que el estadounidense hizo de iconos como Marilyn Monroe o Liz Taylor, está basada en las fotografías que Richard Avedon tomó de la actriz a finales de los años 50, que también se subastaron hoy.

Coleccionista caprichoso 
El caprichoso coleccionista encargó este cuadro al cotizado artista pop para hacer compañía a su propio retrato realizado por Warhol dos años antes y que también fue vendido hoy por 1.577.000 euros. La venta de esta colección pone de relieve la faceta menos conocida del personaje, habitual de la prensa rosa y con fama de don Juan pero que, en palabras del presidente de arte contemporáneo de Sotheby’s, Cheyenne Westphal, era «uno de los mayores visionarios y más influyentes coleccionistas del siglo XX».
Buen ejemplo del valor y el eclecticismo de su colección fueron las obras subastadas hoy: desde una composición de Roy Lichtenstein (670.000 euros) a Les Feux de l’Enfer de Yves Klein (1.161.000 euros), pasando por una serie de estrambóticos muebles de Allen Jones. También se vendió por 447.000 euros un exquisito escritorio de Émile-Jacques Ruhlmann, considerado una de las piezas más prestigiosas del art déco, así como un desnudo obra de Tom Wesselman que alcanzó los 2.132.000 euros.
El empresario germano empezó a coleccionar arte a los 26 años, cuando se trasladó a París y conoció a muchos artistas jóvenes con los que coincidió en la capital francesa y de los que se convirtió en mecenas. Sin embargo, «su imagen pública era más la de un famoso que la de un coleccionista hasta 1967, cuando mostró su arte al mundo por primera vez en Alemania», dijo el director de arte contemporáneo de Sotheby’s, James Sevier.

Idilio con Warhol 
Sachs era consciente de que su colección adolecía de «lagunas», artísticamente hablando, pero «todo eso cambió cuando conoció a Andy Warhol (Pittsburgh, EEUU 1928-Nueva York, 1987), que entonces estaba centrado en hacer películas y se encontraba en Cannes promocionando su cinta The Chelsea Girls (1966), que fue vetada por contener algunas escenas de desnudos masculinos».
Ahí empezaría un «idilio» entre el artista norteamericano y Sachs, que gracias a Warhol se dio cuenta de la relevancia que tendría en el futuro el pop en el mundo del arte contemporáneo. Sachs, que se suicidó en mayo de 2011 a los 78 años, cosechó fama de vividor y se hizo famoso como fotógrafo, autor de películas documentales y coleccionista de arte, así como miembro destacado de la llamada jet set en los años 60 y 70 del siglo pasado.

 Dani Bosque (EFE), Londres: Brigitte Bardot según Andy Warhol, Público, 22 de mayo de 2012
Superventas en las subastas de arte, entre ellos Bacon, Warhol o Lichtenstein

Superventas en las subastas de arte, entre ellos Bacon, Warhol o Lichtenstein

El cuadro «Chica durmiendo», de Roy Lichtenstein, uno de los iconos más reconocibles del Pop art, en el que el artista estadounidense recrea su característica estética de cómic, se ha vendido en Nueva York por 44,8 millones de dólares (34,6 millones de euros) en una subasta de arte contemporáneo celebrada por la casa Sotheby’s. Esta cifra supone un record personal para el artista. «Chica durmiendo», calificada por el director de la venta, Simon Shaw, como «la obra más deseada» de Lichtenstein por haber permanecido en manos privadas desde que se pintó, en 1964, muestra a una joven rubia a la que el experto definió como un «icono de la belleza».
La obra «Chica durmiendo», de Roy Lichtenstein. ABC
La obra «Chica durmiendo», de Roy Lichtenstein. ABC
Por la misma cifra -44,8 millones de dólares; 34,8 millones de euros- se vendió minutos más tarde «Figura escribiendo reflejada en el espejo», de Francis Bacon(1909-1992), obra en la que comparecen algunos de los temas más recurrentes del polémico artista, que, según Sotheby’s, «trata de sincronizar la esencia de su vida y el arte».
Gerhard Richter (1932) fue otro los artistas más cotizados durante la subasta, gracias a su obra «Abstraktes Bild 768-2», de 1922, que se vendió por 16,8 millones de dólares (13 millones de euros), tras haber permanecido en manos privadas desde 1995. Este cuadro constituye un logrado ejemplo de la abstracción del artista alemán y de su «audaz técnica, en la que reproduce un campo envolvente de colores primarios», según la casa de subastas.
De Andy Warhol (1928-1987), se vendió por 10,7 millones de dólares (8,3 millones de euros) «Flores de diez pies», una serigrafía de gran formato, que data de 1967, en la que este exponente del Pop Art refinó totalmente un motivo floral que reprodujo en numerosas ocasiones y diversas gamas cromáticas.
El autorretrato de Jean-Michel Basquiat (1960-1988) «Ring», que representa al artista estadounidense como si se tratara de un guerrero primitivo dispuesto para la lucha en un cuadrilátero, esgrimiendo una flecha, se vendió por 7,6 millones de dólares (5,9 millones de euros).  El cuadro supone «una rara mirada a la mente de uno de los pintores más aclamados y atormentados del siglo XX», según los expertos de Sotheby’s. En total la subasta de arte de posguerra y contemporáneo se remató en 267 millones de dólares.

Warhol, monumental

Warhol, monumental

El autorretrato de Warhol que saldrá a subasta. | AFP Un monumental autorretrato del artista estadounidense Andy Warhol (1928-1987) que fue descubierto recientemente tras pasar varias décadas en manos privadas puede ser ahora observado en público por primera vez en la sede neoyorquina de Christie’s antes de salir a subasta el próximo mes en Londres.

Los neoyorquinos pueden disfrutar así hasta este miércoles de una obra de gran tamaño, con el rojo y el blanco como colores dominantes y fechada en 1967, que forma parte de una serie de diez autorretratos «históricos» que creó el padre del Pop Art, según indicaron los responsables de la casa de subastas en un comunicado. La pieza, valorada entre 3 y 5 millones de libras (en torno a 3,5 y 5,8 millones de euros) y que muestra al conocido artista con el rostro posado sobre una mano, centra una de las salas en Nueva York de Christie’s, que organizará su subasta en Londres el próximo 16 de febrero, para venderlo junto a otras importantes obras de arte contemporáneo. La obra forma parte de una colección particular desde 1974, cuando el actual propietario la compró al conocido galerista neoyorquino Leo Castelli. «Estamos entusiasmados con la posibilidad de ofrecer esta redescubierta obra maestra de Warhol. En el momento de su creación, Warhol estaba en el punto más alto de su creatividad«, indicó el jefe de arte contemporáneo y de posguerra de Christie’s en Europa, Francis Outred, en el mismo comunicado.

Los mayores autorretratos

Outred también explicó que la serie a la que pertenece la pieza en cuestión constaba de los mayores autorretratos jamás ejecutados por Warhol y que el hecho de que cinco de los cuadros que la forman estén expuestos en museos alrededor del mundo es «un testamento de su importancia». Seis piezas de esa misma serie también fueron expuestas en el pabellón estadounidense en la Exposición Universal de Montreal en 1967, donde recibieron la visita de millones de personas. Christie’s destacó además que, en el momento en el que creó esas piezas, Warhol ya era «internacionalmente reconocido como la figura más importante y controvertida del Pop Art estadounidense», y que el artista disfrutaba así de «gran riqueza y fama como una celebridad que presentaba su imagen con confianza a un público mundial de millones de personas».

Además de esta obra de Warhol, Christie’s también expone en Nueva York otras de las obras que pondrá a la venta en Londres el próximo mes, entre las que destaca la escultura ‘Winter Bears’ (1988), de Jeff Koons (1955), una pieza que forma parte de la serie ‘Banality’, que contribuyó a lanzar la carrera internacional del artista.Esta obra muestra a dos ositos de 120 centímetros de altura, que parecen sacados de una tira cómica y que representan a Adán y Eva como una sonriente pareja alpina con uno de esos corazones típicos de San Valentín colgando de sus manos unidas.También se subastarán, entre muchas otras, piezas de los españoles Eduardo Chillida (1924-2004) y Miquel Barceló (1957), así como del estadounidense Jean-Michel Basquiat, el italiano Piero Manzoni, el italo-argentino Lucio Fontana, el francés Martial Raysse y los británicos Damien Hirst y Jenny Saville.

Efe | Nueva York: Warhol, monumental, EL MUNDO, 25 de enero de 2011

Un cuadro de Mao Zedong tiroteado ha costado más de 200.000 euros

Un cuadro de Mao Zedong tiroteado ha costado más de 200.000 euros

El propio Warhol etiquetó las marcas como 'tiro de advertencia' e 'impacto de bala'./ EP

Un retrato de Mao Zedong realizado por Andy Warhol -célebre por ser al que el actor Dennis Hopper disparó dos balas– se ha vendido por 231.619 euros (302.500 dólares). (231.619, más de 10 veces su máximo valor estimado según informó Christie’s. La serigrafía de 1972 era parte de la colección de arte del propio Hopper y está compuesta principalmente de tonos azules y verdes incluido un rostro de Mao, el fundador del estado comunista moderno, en azul profundo. La obra tenía un precio estimado de venta de entre 20.000 a 30.000 dólares y era parte de los dos días de subastas de cientos de obras de la colección y artículos personales de la casa en California del fallecido actor.

Mao figuraba entre las personalidades icónicas del universo de Warhol. El cuadro de Hopper era único debido a que tenía agujeros de bala que fueron realizados después de que el excéntrico actor, presa del pánico, confundiera «el retrato en su pared con el propio Mao y le disparó», señaló Christie’s. Hopper, quien falleció el año pasado de cáncer a los 74 años, mostró posteriormente los agujeros a Warhol y ambos consideraron la obra como una colaboración. Warhol dibujó círculos alrededor de los impactos de bala, etiquetando una sobre el hombro derecho de Mao como «tiro de advertencia» y uno sobre su párpado superior izquierdo como «impacto de bala».

Obras millonarias

Otra legendaria serigrafía de Warhol realizada en 1967 de Marilyn Monroe alcanzó los 206.500 dólares o alrededor de cuatro veces su valor estimado de preventa. Gran parte de las pieza de arte más valiosas de Hopper fueron vendidas en noviembre durante la subasta de arte contemporáneo y de posguerra de Christie’s, logrando más de 10 millones de dólares para su patrimonio. La venta, que también incluye obras de Annie Leibovitz, Marcel Duchamp, Helmut Newton y más trabajos de Warhol, culmina el miércoles.

REUTERS/EP Nueva York: Un cuadro de Mao Zedong tiroteado ha costado más de 200.000 euros,
Público, 12 de enero de 2011

Grandes iconos del ‘pop art’, a subasta en Nueva York

Grandes iconos del ‘pop art’, a subasta en Nueva York

El cuadro del conocido artista estadounidense Roy Lichtenstein (1932- 1997), vendido por 27,5 millones de euros.-La obra del conocido artista estadounidense Roy Lichtenstein (1932- 1997) Ohhh Alright se ha vendido este miércoles por 27,5 millones de euros en una subasta de arte contemporáneo y de posguerra organizada en Nueva York por la firma Christie’s. El cuadro, con el que la casa de subastas esperaba superar los 29 millones de euros, muestra una de las mujeres icónicas de Lichtenstein, hecha a imagen de los personajes de cómic, realizada según los parámetros de sus conocidos Benday Tods, estampas realizadas con técnicas de impresión comercial.

Aunque Lichtenstein ha sido el protagonista de la subasta, Andy Warhol, padre del pop art (1928-1987), monopolizó la jornada con 16 piezas diferentes en las que están presentes sus temas recurrentes, como objetos comerciales o personajes populares. No podía faltar uno de los símbolos de Warhol, la famosa lata de sopa Campbell, que en esta ocasión ha conseguido un precio millonario gracias a la espectacular obra Big Campbell’s Soup Can With Can Opener (Vegetable), de 1962. La obra, que partía como una de las más caras de la jornada, con un precio estimado de entre 21 y 36 millones de euros, no ha conseguido superar las expectativas de la firma y se ha quedado finalmente en 15 millones de euros.El artista de Pittsburg creía que el arte se podía mezclar con cualquier aspecto de la vida diaria, desde las marcas comerciales como Campbell o Brillo hasta figuras célebres, como la primera dama de EE UU, Jacqueline Kennedy o la actriz Marilyn Monroe. Las dos han estado presentes en la exposición con sendos retratos y en esta ocasión Marilyn ha sacado ventaja, ya que su retrato fue vendido por 2,8 millones de euros, frente al millón de euros obtenido por el lienzo Jackie, de 1964. Además de estas dos pinturas, Christie’s también ha adjudicado Campbell’s Soup Can (Tomato), de 1962, vendido por 5,7 millones de euros.

EFE – Nueva York: Grandes iconos del ‘pop art’, a subasta en Nueva York,
EL PAÍS, 11 de noviembre de 2010

25 millones por una Coca-Cola

La obra Coca-Cola 4, de Warhol, vendida en Sotheby's por 25,7 millones de euros.- EFELa obra Coca-Cola 4, creada en 1962 por Andy Warhol, se ha convertido también en la estrella de una importante subasta de arte contemporáneo y de posguerra que se ha saldado con una recaudación total de más de 222 millones de dólares (160,5 millones de euros). La obra de Warhol, la cuarta de una serie dedicada a la popular bebida, ha alcanzado un precio de 35,36 millones de dólares (25,7 millones de euros) bastante por encima de los 20-25 millones en que la había estimado la casa de subastas. La puja también incluía obras de Rothko o Liechtenstein. La pieza de Warhol (1928-1987) forma parte de un grupo de cuatro lienzos en los que el pintor reprodujo botellas de esa bebida, con lo que transformó ese producto cotidiano en un sorprendente referente del arte contemporáneo y de posguerra. No es, en todo caso, ni de lejos, la cantidad más elevada que se ha pagado por un warhol. Sin ir más lejos, ayer mismo, The Men in Her Life, un collage con múltiples reproducciones de una fotografía de Elizabeth Taylor, se vendió por 63,4 millones de dólares (45,7 millones de euros) en Phillips.

La de Warhol ha sido la obra abanderada de una gran subasta, que también incluía un trabajo del pintor estadounidense de origen letón Mark Rothko, Sin título (1955), por el que un comprador ha pagado por 22,5 millones, justo en el estimado más bajo en el que lo había valorado Sotheby’s. La pintura realizada en tonos amarillentos y anaranjados, fue creada en uno de los años más importantes de la carrera de Rothko, 1955, cuando realizó 22 obras, la mitad de las cuales se encuentran repartidas en prestigiosos museos, como el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la National Gallery de Washington y el Museo Ludwig (Alemania).

Otro de los representantes del pop art, Roy Lichtenstein (1923-1997), también estaba presente en la puja, en este caso con su obra Ice Cream Soda. La reproducción monocromo de un vaso de helado con soda ha alcanzado los 12,5 millones de dólares (9 millones de euros), ligeramente por encima del precio estimado más bajo fijado por Sotheby’s. Junto a esa obra, Sotheby’s ofrecía también de Lichtenstein Still life with a lobster, vendida por un total de 5,2 millones de dólares (3,75 millones de euros), y Male head, que encontró un comprador que pagó 1,6 millones de dólares (1,1 millones de euros).

La subasta incluía un par de obras de Gerhard Richter, Abstraktes Bild y Matrosen, que han alcanzado 9,6 y 8,1 millones de euros, respectivamente, así como Figure in movement, de Francis Bacon, que se ha vendido por 10,1 millones de euros. Otro protagonista de la jornada ha sido Jean-Michel Basquiat, de quien la firma ha ofrecido Riddle me this, Batman, adjudicada por 3,9 millones de euros.

Un 91% de las 54 obras que han salido a subasta han encontrado comprador, por un total de 222,4 millones de dólares, incluyendo comisiones, un poco por encima de los 214 millones que preveía la casa de subastas. Cinco artistas alcanzaron récords de precio en la subasta, demostrando la pujanza del mercado del arte contemporáneo. Tobias Meyer, de Sotheby’s, estima que la subasta ha sido «un enorme éxito, en este nuevo mercado», marcado por la salida de la crisis económica.

Agencia, Nueva York: 25 millones por una Coca-Cola, EL PAÍS, 10 de noviembre de 2010

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