CELEBRACIÓN DEL DÍA DE ANDALUCÍA

Con motivo de la celebración del Día de Andalucía en nuestro centro se han desarrollado las siguientes actividades:

– Palabras del director.

-Lectura del manifiesto.

– Entrega de premios de la Olimpiada filosófica.

– Lecturas de poemas e interpretación de canciones de forma intercalada.

-Cierre del acto.

– Desayuno con molletes y aceite de oliva virgen extra.

 

DISCURSO DÍA DE ANDALUCÍA

No hace ni siquiera tres meses que celebrábamos en este patio el día de la bandera de Andalucía y con tal motivo recordamos el carácter reivindicativo con el que nació nuestra enseña verde, blanca y verde. Mencionábamos todo lo que ella significa para nosotros como pueblo históricamente oprimido y abocado al analfabetismo, al paro y a la emigración. Nuestra bandera es un grito en la historia para luchar contra todo eso.

 Y ese grito tiene que salir hoy de nuevo de nuestras gargantas para conmemorar el Día de Andalucía, pero no para pedir sólo por nosotros, sino por la humanidad entera, como dice nuestro himno. “La bandera blanca y verde vuelve tras siglos de guerra a pedir paz y esperanza bajo el sol de nuestra tierra”. Eso dice la primera estrofa, que todos sabemos de memoria. La solemos cantar sin fijarnos demasiado en la letra, pero su mensaje cobra hoy más sentido que nunca y a continuación voy a decir por qué.

Los colores de nuestra bandera no fueron escogidos al azar por Blas Infante, o porque quedaran más o menos bonitos; fueron escogidos por el significado que tienen. Quizás muchos no habrán reparado en ello: es verde por el color de la esperanza, y blanca por el color de la paz. Pues bien, precisamente “a pedir paz y esperanza” venimos hoy, que justo se cumple un año en el que, tras una pandemia mundial que se ha llevado por delante la vida de millones de personas, estamos sufriendo una escalada bélica a nivel global que es necesario detener como sea.

Es cierto que son muchos los conflictos armados que llevan tiempo enquistados en territorios que apenas podríamos situar en el mapa y de los que prácticamente no se dan noticias en los medios de comunicación (Sudán del Sur, Somalia, Siria, Myanmar, Colombia, Etiopía…). Son, como veis, países pobres de los que unos pocos sin escrúpulos se aprovechan para hacerse más ricos de lo que ya son. Pero la guerra de Ucrania no es comparable a esas otras por el riesgo que corre la humanidad entera de sufrir un enfrentamiento nuclear sin precedentes.

No pretendo ser catastrofista, pero estamos hablando de luchas geoestratégicas en las que están involucradas las grandes potencias mundiales y en las que se está poniendo en peligro el futuro de todos. Decisiones que se toman en confortables despachos situados muy lejos de los campos de batalla donde mueren personas reales, personas de carne y hueso. Discursos que intentan ocultar el dolor de gente indefensa que se queda sin hogar, sin recursos y sin sus seres queridos. Palabras que intentan justificar lo injustificable, como es la posibilidad de destrucción de ciudades y países enteros, por no hablar del medio ambiente y del planeta que es nuestro único hogar.

Queremos, hoy, Día de Andalucía, alzar la voz y, tras siglos de guerra, pedir paz y esperanza. A quien corresponda, en nombre de Andalucía, como pueblo ancestralmente pacífico y sabio le decimos que detestamos la guerra, que no toleramos que se utilice el sufrimiento de gente inocente, que rechazamos esta escalada de consecuencias imprevisibles y que la dignidad de las personas está por encima de cualquier tipo de interés económico y geoestratégico.

 ¡Parad esta guerra! Parad todas las guerras porque no estamos dispuestos a morir por vuestro dinero ni por vuestra ambición. ¡Y paradlas cuanto antes!

Y a todos los presentes, que tengáis un feliz Día de Andalucía.

Muchas gracias.

 

 

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