Centrifugadora manual
Finalidad
Acelera la sedimentación de los materiales sólidos que se encuentran en suspensión en un líquido.

Descripción
Según el modelo, tiene dos o cuatro portatubos metálicos, de forma cilindrocónica, unidos a un eje que se puede hacer girar porque está conectado a una manivela. El conjunto se completa con un tornillo que permite unirlo a una superficie estable, como una mesa o un poyete.
El modelo más antiguo de centrífuga fue inventado, en 1864, por Antonin Prandtl. Aunque no se ha encontrado un ejemplar de esta máquina, si hay registro del diseño de un dispositivo, que publicó en una revista politécnica. En ella se comenta que este dispositivo fue creado para una máquina que trabajaba continuamente separando la leche de su grasa.
En el laboratorio fue utilizada por primera vez por Friedrich Miescher, en 1869.
Entre 1920 y 1930, el químico sueco Theodor Svedberg construyó la ultracentrífuga, capaz de conseguir velocidades de rotación muy elevadas.
Funcionamiento
La velocidad de este proceso depende de varios factores, como el tamaño de las partículas o la densidad del líquido, pero en cualquier caso se puede acelerar si hacemos girar la mezcla. Esto se consigue en la centrifuga si colocamos la mezcla en un tubo (llamado cono de centrífuga), de la misma forma que el portatubos, y movemos manualmente la manivela, con lo que hacemos que el cono gire muy rápidamente. La fuerza centrífuga resultante se suma a la gravedad y se produce una sedimentación muy rápida. La forma del tubo facilita la decantación posterior de la mezcla.

Historia
El modelo más antiguo de centrífuga fue inventado, en 1864, por Antonin Prandtl. Aunque no se ha encontrado un ejemplar de esta máquina, si hay registro del diseño de un dispositivo, que publicó en una revista politécnica. En ella se comenta que este dispositivo fue creado para una máquina que trabajaba continuamente separando la leche de su grasa.
En el laboratorio fue utilizada por primera vez por Friedrich Miescher, en 1869.
Entre 1920 y 1930, el químico sueco Theodor Svedberg construyó la ultracentrífuga, capaz de conseguir velocidades de rotación muy elevadas.