Etiquetado: Vermeer

Vermeer. Intimismo y evasión en el siglo XVII holandés

Vermeer. Intimismo y evasión en el siglo XVII holandés

Una muchacha con sombrero rojo, la boca medio abierta, brillo en sus labios, rostro iluminado por la luz de una ventana. Con este lienzo, Vermeer se adelantaba al impresionismo francés. La luz es un elemento más de la composición en toda la obra del maestro de Delft, se expande desahogando el entramado de diagonales y…

El Vermeer menos conocido, en la Galería Nacional de Escocia

El Vermeer menos conocido, en la Galería Nacional de Escocia

"Cristo en casa de Marta y María", una de las tres obras tempranas del pintor holandés Johannes VermeerTres obras tempranas del pintor holandés Johannes Vermeer (1632-1675), procedentes de distintos museos, se exhibirán del 8 de diciembre al 12 de marzo en la Galería Nacional de Escocia, en Edimburgo. Vermeer es famoso en la historia del arte por sus meticulosas escenas interiores, que transpiran tranquilidad y silencio y nos remiten a un tiempo en que no parecía existir el estrés.Pero es al mismo tiempo una de las figuras más misteriosas de la historia del arte europeo, ya que se ignora casi todo de sus comienzos artísticos.

Johannes Vermeer era hijo de un posadero y comerciante de arte de la ciudad de Delft, pero no se sabe a ciencia cierta con quién estudió, aunque está claro que estaba muy familiarizado con las últimas tendencias de la pintura flamenca y holandesa. Es además uno de los pintores menos prolíficos de la historia y sólo sobreviven 36 obras debidas a sus pinceles. Casi todas ellas son de interiores con una o dos figuras, sobre todo femeninas, dedicadas a tareas cotidianas: escribiendo o leyendo una carta, vertiendo leche de un jarro a otra vasija o haciendo labores de encaje. A ello hay que añadir un par de paisajes urbanos y algún retrato de carácter como el famoso de La Muchacha de la Perla, que inspiró a la escritora Tracy Chevalier una novela sobre las supuestas relaciones del artista con una joven criada que entró a servir a su casa y se convirtió en su musa. Pero Vermeer empezó su carrera con obras de muy distinto carácter, que son las que han viajado ahora a la capital escocesa tras haber estado expuestas en el museo de Mauritshuis, de La Haya. Son obras muy distintas tanto por la temática -bíblica y mitológica en dos casos- como por sus proporciones: la mayor, la titulada «Cristo en casa de Marta y María» mide 160 por 142 centímetros y dobla en tamaño a otras posteriores.

El joven Vermeer se inspiró en maestros holandeses, flamencos e italianos mientras buscaba el estilo individual por el que hoy se le conoce y que ha fascinado a distintas generaciones. Pese a cierta torpeza en la resolución de algunas de las figuras, se vislumbra ya en ellas un gran interés por la composición, un profundo sentido de la luz y una serenidad que anticipa sus obras de madurez. La más temprana (1653-54) es de tema mitológico – «Diana en sus Ninfas» (97,8 por 104,6 centímetros)-, y en ella se aprecia claramente que el artista no había recibido formación en el dibujo anatómico, y se comprende que los desnudos nunca le interesasen como disciplina. «Cristo en casa de Marta y María» se distingue por el equilibrio de la composición; las tres figuras están interrelacionadas por gestos y miradas, y, pese a su carácter religioso, hay en ella mucho de ese ambiente cotidiano que se respira en sus cuadros más famosos. Se sabe que Vermeer, de origen protestante, se convirtió al catolicismo poco antes de su matrimonio en 1613 y el cuadro pudo ser algún encargo de una iglesia, o tal vez lo pintase para la devoción privada de su suegra, que era católica como su joven esposa. El último de esos tres cuadros es el titulado «La Celestina», una escena de burdel datada en 1656, que constituye un hito fundamental en su carrera, ya que marca su transición a la llamada «pintura de género», además de reflejar en el hábil juego de luces y sombras la influencia de los llamados «caravaggistas» de Utrecht, como Dirck van Baburen o Hendrick ter Brugghen.

Sus obras siguientes, como «Muchacha dormida» (1656/57), con un solo personaje, reducen la anécdota al mínimo, y, como en el caso de «Muchacha leyendo una carta» (1657), contiene ya muchos de los elementos con los que asociamos hoy al gran artista holandés.

EFE/Joaquín Rábago, Londres: El Vermeer menos conocido, en la Galería Nacional de Escocia,
La Vanguardia, 7 de diciembre de 2010

El Guggenheim mostrará la mejor pintura holandesa y flamenca del XVII

El Guggenheim mostrará la mejor pintura holandesa y flamenca del XVII

El geógrafo (1668-69), de Jan Vermeer van Delft

El Städel Museum de Fráncfort del Meno -la ciudad más importante del Estado federado de Hesse (Alemania)- cuenta con una de las colecciones de arte más importantes de Alemania, compuesta por 2.700 cuadros (de los cuales se exhiben 600) y una colección gráfica de 100.000 dibujos y láminas así como 600 esculturas. Fundado en 1818 por el banquero y comerciante Johann Friedrich Städel, el Städel tiene entre sus fondos pintura europea de siete siglos, comenzando a principios del siglo XIV hasta llegar al gótico tardío, Renacimiento, Barroco, y siglos XIX y XX. Entre las obras más destacadas de la institución se encuentran obras de Sandro Botticelli, Andrea Mantegna, Giovanni Bellini o Bartolommeo Veneto en la Colección de pintura italiana de los siglos XV y XVI; importantes originales de Lucas Cranach el Viejo, Albrecht Altdorfer, Hans Holbein el Joven y Hans Baldung Grien en lo correspondiente al Renacimiento alemán. De Durero existe una enorme colección de grabados, que habitualmente no se exponen para preservarlos de la luz. Del Barroco holandés, destacan varios óleos de Rembrandt, como La ceguera de Sansón y David tocando el arpa ante Saúl, o la obra maestra El geógrafo, de Vermeer. Además, la colección de pintura y escultura alcanza a las épocas del Impresionismo o las vanguardias del siglo XX, con ejemplos de Degas, Renoir, Picasso, Franz Marc, Kirchner, Yves Klein o Max Beckmann.
El Museo Guggenheim Bilbao acogerá a partir del 8 de octubre La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del Städel Museum, una completa muestra de los fondos del Städel Museum de Fráncfort, institución fundada en 1816 que alberga una de las colecciones de pintura holandesa y flamenca del siglo XVII más importantes de Europa.

Este estilo artístico ocupó un lugar prioritario en la formación de la colección de Johann Friedrich Städel (1728-1816), el origen de los fondos del museo que hoy lleva su nombre. La exposición presenta obras maestras de los principales pintores de la Edad de Oro, generando una interesante reflexión sobre cómo esta época de extraordinario interés historiográfico y artístico promovió el desarrollo de nuevos géneros pictóricos y la redefinición de otros clásicos como el paisaje, el retrato, la naturaleza muerta o la pintura de historia.

La pieza El geógrafo (1668-69), de Jan Vermeer van Delft, sirve como punto de partida de la muestra, en la que no faltarán trabajos de maestros como Rembrandt, Peter Paul Rubens, Dirk van Baburen o Frans Hals.

Bilbao. La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del Städel Museum. Museo Guggenheim. Del 8 de octubre de 2010 al 13 de febrero de 2011.

Descripción general de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para que podamos brindarle la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en su navegador y realiza funciones como reconocerlo cuando regresa a nuestro sitio web y ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones del sitio web le resultan más interesantes y útiles.