CIPRÉS COMÚN

Cipres común. Cupressus sempervirens.

¿SABÍAS QUE…? Tradicionalmente se plantaban dos cipreses a ambos lados de la puerta de una vivienda como símbolo de hospitalidad; así se indicaba a los viajeros que se les ofrecía comida y cama durante unos días.

DESCRIPCIÓN

Árbol perennifolio que puede medir hasta 35 m de altura en condiciones favorables. Presenta un porte variable según la inclinación de sus ramas, que le pueden dar un aspecto estrecho y columnar, o bien extendido o piramidal. Su corteza parda grisácea suele estar muy fisurada longitudinalmente en los ejemplares viejos. Las hojas son unas pequeñas escamas, de apenas 0,5-1 mm de longitud, con ápice obtuso y de color verde oscuro mate que se solapan apretadamente y cubren completamente las ramillas. Si se frota el follaje, se puede apreciar un ligero olor resinoso. Los cipreses suelen presentar separadamente conos masculinos y femeninos, pero en el mismo pie de planta. Los masculinos son muy pequeños (4-8 mm) y de color amarillo. Cuando los femeninos, verdes y redondos, son fecundados dan lugar a unos frutos leñosos, similares a una piña —denominados estróbilos—, que están formados por unas 8-14 escamas y tienen un diámetro de 2-3,5 cm. El ciprés común tiene unas piñas de color pardo grisáceo en la madurez y con una forma elipsoide o alargadamente esférica. Tardan casi 2 años hasta completar su desarrollo y, cuando ya están maduras, sus escamas se abren para liberar unas semillas pequeñas, aplanadas y con alas estrechas.

ECOLOGÍA

A menudo el ciprés desarrolla una poderosa raíz principal que puede penetrar a grandes profundidades en busca de agua, lo que le permite anclarse firmemente al suelo, crecer en sitios excepcionalmente secos y resistir sequías estivales. Este árbol prefiere climas cálidos, con inviernos templados, aunque puede también prosperar en áreas más frías, con veranos húmedos.

DISTRIBUCIÓN

Especie originaria del Mediterráneo oriental. Desde allí sus plantaciones se extendieron rápidamente por todo Occidente, de modo que su área de origen concreta es muy difícil de precisar. En España, el ciprés común ha sido extensamente plantado como especie ornamental en jardines, parques y cementerios o en setos cortavientos.