
En líneas generales, los grupos presentaron dificultades para expresarse libremente e improvisar y la vergüenza fue una de las emociones predominantes en la sesión. La actividad nos ha servido para detectar necesidades y plantear posibles líneas de actuación en el futuro, gracias a las indicaciones de Erika.
El taller tuvo una duración de hora y cuarenta y cinco minutos por grupo. Ha sido financiado con la subvención obtenida por nuestro centro del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
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