Un Encuentro con la Diversidad Educativa
Me llamo Anne-Sophie Hatton Chafino y soy profesora de francés en el I.E.S. Miraya del Mar, en Torre del Mar (Málaga). He tenido la oportunidad de realizar una estancia profesional en la Escuela Europea Bruselas IV en Bélgica del 23 de marzo al 4 de abril 2025, una experiencia enriquecedora que me ha permitido conocer de cerca el sistema educativo europeo, sus metodologías innovadoras y su enfoque hacia el multilingüismo y la multiculturalidad.
Durante mi estancia, tuve la ocasión de observar clases de francés y español como lengua extranjera, participando activamente en actividades didácticas y colaborando con docentes locales en el diseño de recursos educativos. Desde el primer día, me sorprendió la diversidad lingüística y cultural de los más de 3300 alumnos de infantil, primaria y secundaria, que provenían de distintas secciones idiomáticas y compartían un entorno educativo en el que la comunicación intercultural era una constante.
Desde el primer día, me sorprendió la diversidad lingüística y cultural del alumnado. En el centro donde realicé la estancia, los estudiantes estaban organizados en secciones lingüísticas según su lengua materna o dominante. La Escuela Europea Bruselas IV ofrece la enseñanza en ocho sesiones o idiomas diferentes: francés, inglés, alemán, italiano, neerlandés, búlgaro, estonio y rumano. Además, cada estudiante tiene la posibilidad de aprender hasta cuatro lenguas extranjeras adicionales, lo que generaba un ambiente de aprendizaje dinámico y enriquecedor. 
En una misma aula de francés como lengua extranjera (FLE), por ejemplo, se encontraban alumnos de distintas secciones lingüísticas, lo que significaba que en un mismo grupo podía haber hablantes nativos de alemán, neerlandés o italiano aprendiendo francés juntos. Esta diversidad hacía que las clases fueran un verdadero crisol de culturas, fomentando el intercambio y la comunicación en varias lenguas dentro y fuera del aula.
Otro aspecto que me impresionó fue la dotación de recursos del centro: aulas modernas, equipadas con tecnología avanzada, espacios bien diseñados para el aprendizaje y un entorno en el que el profesorado y el alumnado podían desenvolverse con comodidad. Además, el ambiente de trabajo era muy colaborativo y acogedor, lo que hizo que mi integración fuera rápida y natural.
En cuanto a la metodología docente, pude observar cómo la importancia de explicitar los objetivos de aprendizaje en cada sesión y la evaluación hasta la mitad de la secundaria sin notas cuantitativas sino con letras, como en el sistema anglosajón. También descubrí programas como KiVa, para la prevención del acoso escolar, que promueve la implicación de los testigos en la resolución de conflictos y un programa de profesores de apoyo que entran a clases para acompañar el alumnado con dificultades de aprendizaje.
A nivel personal y profesional, esta experiencia ha sido transformadora. No solo me ha permitido entender un poco sobre el funcionamiento de la Escuelas europeas, pero también ampliar mis conocimientos sobre la enseñanza del francés como lengua extranjera, además de brindarme la posibilidad de reflexionar sobre mi propia práctica docente e incorporar nuevas estrategias en mi aula en el I.E.S. Miraya del Mar.
Por último, quisiera destacar la calidez y hospitalidad con la que fui recibida por la directora de la Escuela, toda la comunidad educativa, en especial por el profesorado de francés y español (Elena, Ingrid, Maïte, Ioana, Pauline, Marie, Pascale, Gema y Pilar). A raíz de esta estancia, espero poder futuras colaboraciones entre nuestros centros, ya sea a través de proyectos eTwinning, correspondencia entre alumnado o incluso futuras movilidades dentro del programa Erasmus+.
Recomiendo encarecidamente a otros docentes que se animen a vivir una experiencia similar, ya que supone una oportunidad única para crecer profesional y personalmente, abriendo nuevas puertas al aprendizaje y a la cooperación internacional.
