CORONAVIRUS: SON TIEMPOS DE AYUDAR. «DE UNO EN UNO» / CADENA DE FAVORES. Parte I

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JUEVES, 26 de marzo:

     CORONAVIRUS: SON TIEMPOS DE AYUDAR.

«DE UNO EN UNO» / CADENA DE FAVORES. Parte I

 

Estos días de teletrabajo y confinamiento en casa, se me viene recurrentemente a la cabeza esta película, Cadena de Favores, que tanto me gustó en su día. Verdaderamente creo que merece la pena verla en familia, sobre todo, en estos días en los que la vida nos ha parado por el coronavirus, y abordar con nuestros hijos e hijas -TDAH o no-, la idea de un posible mundo mejor y de la importancia de nuestros actos.

            Me resulta tentador desde este entorno virtual alentaros, como padres y madres, a hacer un pequeño gesto, aunque sea exclusivamente en el seno de vuestra familia, para fomentar el compromiso con los demás.

           ¡Mucho ánimo!. Espero que os haga disfrutar y ser un poquito más felices con esta actividad que propongo, que saca nuestra parte más humana:

              

LA IMPORTANCIA DE NUESTROS ACTOS: FOMENTAR EL COMPROMISO CON LOS DEMÁS EN ESTA DELICADA SITUACIÓN.

 

Muchas familias me comentan la paradójica falta de tiempo para hacer cada día tantas cosas, y es cierto; a mí también me sucede; ¡las ironías de la vida!, ahora que es de lo que disponemos. Para aquellos que no deseéis modificar la rutina diaria, o que no dispongáis de medios digitales para acceder a la película, como alternativa, al menos, comparto esta breve historia, para su lectura y puesta en común en familia, extraído del libro Sopa de Pollo para el Alma, de J. Canfield y M. V. Hansen:

Relato “DE UNO EN UNO»

En una puesta de sol, un joven iba caminando por una desierta playa. Mientras andaba, empezó a ver que en la distancia, otro hombre se acercaba. A medida que avanzaba, advirtió que iba inclinándose para recoger algo que luego arrojaba al agua. Una y otra vez arrojaba con fuerza esas cosas al océano.

   Al aproximarse más, el joven observó que el hombre estaba recogiendo estrellas de mar que la marea había dejado en la playa y que, una por una, volvía a arrojar al agua.

   Intrigado, el paseante se aproximó a hombre para saludarlo:

         – Buenas tardes, amigo. Venía preguntándome qué es lo que hace.

        – Estoy devolviendo estrellas de mar al océano. Ahora la marea está baja y ha dejado sobre la playa todas estas estrellas de mar. Si yo no las devuelvo al mar, se morirán por falta de oxígeno.

      – Ya entiendo -replicó el muchacho-, pero sobre esta playa debe de haber miles de estrellas de mar. Son demasiadas simplemente. Y lo más probable es que esto esté sucediendo en centenares de playas a lo largo de esta costa. ¿No se da cuenta de que es imposible que lo que usted puede hacer sirva para algo y sea de verdad importante?

    El nativo sonrió, se inclinó a recoger otra estrella de mar y, mientras volvía a arrojarla al mar, contestó:

       – ¡Para ésta sí que es importante!”

 

-PUESTA EN COMÚN EN FAMILIA-

Os aliento a abrir un debate, en el que todos puedan expresar libremente sus ideas, por excéntricas que sean. De vuestro diálogo puede salir un propósito de ayuda y colaboración mutua, por pequeño que parezca, entre los miembros de vuestra propia familia o para ayudar al resto de la sociedad (prestar ayuda a alguna vecina o ayudar telemáticamente a un compi de clase al que se le dan mal las Matemáticas, por ejemplo).

      CONSEJOS PARA EL DEBATE:

  • Fruto de la situación que estamos viviendo, lo normal es que afloren sentimientos. Compartid sentimientos con vuestro hijo o hija, ya sean positivos o negativos; esto nos desangustia a todos.
  • El diálogo y la conversación deberían ser una práctica habitual con los niños; si se produce alguna pregunta, intentad no dejar de contestar a ninguna, por inadecuada que nos parezca, ni utilizar evasiones como «aún eres pequeño para entenderlo…», «esto son cosas de mayores…»
  • Fomentad y apoyad que vuestro hijo o hija exprese ideas propias, y que no necesariamente tienen porque ser coincidentes con las de los más mayores. 
  • Hay que saber escuchar, sin utilizar juicios, atendiendo a las razones que exponen vuestros hijos e hijas para argumentar su opinión. Para potenciar la escucha activa, se puede establecer un turno de palabra.
  • El diálogo es un momento privilegiado para hacer notar las habilidades y aptitudes específicas de tus hij@s y, especialmente, de aquellas en las que más brillan.
  • Reforzad siempre la creatividad y las iniciativas positivas propias que puedan tener, aunque nos parezca que todavía son pequeños.

Es fundamental que, desde el ámbito familiar, toda intervención encaminada a la educación integral no sea competencia en exclusiva ni prioritaria de ninguno de los dos progenitores, sino que debe ser objetivo común de ambos.

The Author

Carmen Ongallo