NEE DERIVADAS DE TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA. Confinamiento de Menores con Patología Mental: Reflexiones y Primeras Recomendaciones

#YoMeQuedoEnCasa

#UnDiaMenos

 

 MIÉRCOLES, 15 de abril:

 

NEE DERIVADAS DE TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA

CONFINAMIENTO DE MENORES CON PATOLOGÍA MENTAL: REFLEXIONES Y PRIMERAS RECOMENDACIONES

 

Todos los padres y madres convivimos con problemas de conducta y disciplina, más o menos serios. Negarse a las peticiones de los adultos, decir “no” constantemente, enfrentarse verbalmente, etc., no son comportamientos patológicos; es más, en determinadas etapas del desarrollo, son hitos evolutivos, es decir, signos de “normalidad” (hacia los 4 años y adolescencia, en gran parte, por el desarrollo cognitivo). Por otro lado, la violencia filio-parental se ha incrementado entre la población española, datos que preocupan a los profesionales del sistema judicial, sin existir patología alguna. Y como última reflexión, está claro que el estilo de vida, los valores transmitidos, los estilos educativos, las temáticas de los videojuegos más populares, … están ayudando al incremento de la violencia entre los menores, sin ser padecimientos sanitarios en sí.

      Parece que se reconoce que, hoy dia, en esta sociedad, TODOS tenemos comportamientos antisociales: violencia y consumo de drogas son frecuentes según los datos oficiales en los entornos poco adecuados; falta de empatia hacia otros seres humanos, sobre todo, hacia los más débiles y diferentes (acoso escolar, ciberbullying, comentarios crueles y excesivos en redes, etc.); el dinero es lo más importante y estamos dispuestos a todo por escalar; hoy, parece que el amor al prójimo ya no es lo más importante.

     En los difíciles momentos que estamos viviendo con el COVID-19, parece que esto ha cambiado: hay una ola de altruismo y de ayuda a los demás, dentro de las posibilidades de cada cual, pero desde ayer, hay noticias manifiestamente crueles y con una falta de empatía preocupante: notas manuscritas de vecinos que en estos momentos repudian y piden a los que tienen que ir a trabajar que se muden (cajeras, enfermeras, etc.), o la indignante pintada de hoy en el coche de una ginecóloga en activo: «rata contagiosa». No todo comportamiento antisocial, es un TGC.

       En el sistema educativo andaluz, las nee derivadas de TDAH y TGC son las únicas categorías diagnósticas que poseen legislación propia (Instrucciones de 12 de abril) desde el año 2012, dada la importancia de intervención temprana en estas patologías, antesala de graves enfermedades mentales adultas, y la necesaria intervención conjunta entre salud y educación para su tratamiento multidisciplinar. Atendiendo a la definición médica, que recoge de manera sintética el sistema educativo:

  • un TND es un “patrón repetitivo y persistente de comportamiento negativista, hostil y desafiante que se caracteriza por un enfrentamiento continuo con los adultos y con todas aquellas personas que tengan algún rasgo de autoridad, en especial dentro de la familia y de la escuela”, y
  • un TD es un “patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias de la edad, caracterizado por agresión a personas y animales, destrucción de la propiedad, fraudulencia y robo”,

resulta obvia la necesidad de ayuda en estos momentos en los que la vida queda “reducida a 4 paredes” 24 horas, tanto para los TND (en Educación Primaria), como para TD (característico en la adolescencia). Por este motivo, este post está dedicado a ofrecer HUMILDES RECOMENDACIONES para minimizar las consecuencias del confinamiento del censo objeto de asesoramiento del EOE Especializado.

      Lo primero y fundamental: padezca lo que padezca nuestro hijo o hija, estamos conviviendo con un niño/a o un adolescente y, por tanto, NECESITA EXACTAMENTE LO MISMO QUE CUALQUIER OTRO:

 

-CONECTAR EMOCIONALMENTE CON TU HIJO/A-

Ayer leí un artículo (pinchando sobre esta palabra se puede acceder al contenido completo), publicado el pasado 14 de abril, en el que un psiquiatra del Hospital Vithas, Sergio Arques, advierte que “La cuarentena es un buen momento para conectar emocionalmente con un hijo adolescente. Respetar la individualidad, dar cariño y empatizar, son claves para cubrir las necesidades emocionales”, y como todos sabemos, es una labor complicada en esta etapa psicoevolutiva de la que está hablando, la adolescencia, en la que el “aspirante a adulto” suele movilizar su dependencia emocional hacia fuera del ámbito familiar (en el instituto, en su barrio con amigos, en las nuevas tecnologías, etc.), imposible en estos duros momentos desde que se decretó el estado de alarma.

      Es evidente que no es adecuado alejarse emocionalmente de los padres en cualquier etapa de la vida, ni tampoco, que estos lo permitan. “Comunicarnos con nuestros hijos es importante tanto para ellos como para nosotros, evitando ese aislamiento particular en su habitación dentro del confinamiento social al que nos vemos sometidos. Hay que darse cuenta que, aunque el hijo solo quiera proclamar su independencia, la realidad es que necesita emocionalmente a sus padres como algo vital».

     Antes de continuar, los padres y madres debemos tener unas actitudes previas:

  1. Tener claro los objetivos, qué queremos con nuestros hijos e hijas (dependiendo de sus particularidades, por ejemplo, fomentar la seguridad en sí mismos, valorar sus avances, manifestarles el cariño familiar, crear expectativas ajustadas a sus capacidades, enseñarles autocontrol, consensuando límites y normas factibles, o ayudarles a madurar asumiendo el riesgo de que los hijos se deben equivocar para aprender).
  2. Conectar con nuestro hijo o hija: a) sabiendo y asumiendo que cuando esté irritable, los padres no debemos tomárnoslo como algo personal, y debemos mantener la calma, y b) tratando de ser proactivos la mayor parte del tiempo, evitando tener respuestas reactivas, ya que estas nos van a alejar de él o ella.
  1. Comunicarnos de manera provechosa, y esto se consigue con madres y padres con respuestas proactivas (con escucha activa, refuerzo positivo y negociación, nunca con sermones).

Recomendaciones:

  1. Respetar su individualidad.- No juzgar ni criticar al adolescente, respetando sus pensamientos e ideas aunque no se compartan. Sólo así se evitará la lucha, se podrá ver quien es realmente, sus inquietudes, sus sentimientos, y él, a su vez, sentirá respeto y confianza por parte de sus padres, lo que es clave para el acercamiento emocional.
  2. Escuchar y empatizar.- Antes de dar consejos/sermones sin que el adolescente los requiera, se debe escuchar lo que quiere transmitir e intentar empatizar con sus sentimientos. Sólo así se sentirá valorado y respetado y podrá estar más receptivo a las palabras. Si se dan los consejos/semones antes de escuchar, puede tener el efecto contrario, es decir, se le transmite que no es capaz de resolver los problemas por sí mismo o que nuestras palabras «caigan en saco roto».
  3. Dar cariño.- “Aunque a veces resulte complicado por el rechazo del adolescente, el amor en casa mueve montañas”. El contacto físico con el adolescente es clave: «Los besos y abrazos diarios y decirles lo que se les quieres es uno de los mejores bálsamos. El adolescente así se siente parte importante del núcleo familiar y son valores que siempre se perpetuaran en su interior y transmitirá a sus hijos».
  4. Disponibilidad emocional.- «No hace falta presionarles para hablar, porque no lo harán. Lo que un adolescente necesita es sentirse libre para contar con los padres siempre que lo necesite”. Hay que encontrar las maneras de estar próximos a los hijos en estos momentos, aunque se esté teletrabajando, o realizando las tareas del hogar, o ejercicio en casa, simplemente diciéndoles, ”llámame si me necesitas y, en el momento que pueda, te atiendo sin problema”; de esta forma los hijos e hijas sentirán que son lo más importante para los padres, y que siempre estarán disponibles emocionalmente».

INTENTÉMOSLO

¡Ánimooooooo!

 

The Author

Carmen Ongallo