MATERIALES DEL CURSO DE EVALUACIÓN POR COMPETENCIAS (II)

FASE 0: LA PLANIFICACIÓN DIDÁCTICA.


El paso previo a la configuración de la herramienta Séneca para la evaluación por competencias es, por un lado, pensar qué evaluación vamos a llevar a cabo y, por otro, esbozar una planificación de cómo la vamos a realizar.

¿QUÉ EVALUACIÓN QUEREMOS?

La evaluación que pretendemos implementar se caracteriza por ser:

  • competencial: es decir, se toman como referencia fundamental las competencias (más que los contenidos),
  • criterial: teniendo en cuenta los criterios de evaluación establecidos por el currículo y no los instrumentos,
  • formativa: proporcionará información a nuestro alumnado sobre cómo está siendo su aprendizaje y qué puede mejorar; a la familia y al docente, que tendrá una visión de cómo va progresando el grupo y cada alumno/a en particular, que supondrán evidencias con las que tomar decisiones pedagógicas (cambiar algo, avanzar, repasar…),
  • continua: en el sentido de realizarla no al final, sino en distintos momentos del proceso de aprendizaje, acompañando a este,
  • motivadora: debe conectar emocionalmente con el alumno/a (valorar lo bueno que ha hecho para reforzarlo e incitarlo a que mejore aquello en lo que falla),
  • personalizada: debe atender a la diversidad. No todos los alumnos / as son iguales ni tienen las mismas capacidades ni parten del mismo punto,
  • herramienta de aprendizaje: no hay que confundir evaluar con calificar. Se trata de hacer que la evaluación resulte útil al alumno para que mejore su aprendizaje,
  • pública: que el alumno/a y su familia conozca con anterioridad cómo se le va a evaluar y también estén informados en todo momento de cómo se está desarrollando su aprendizaje,
  • con la implicación del alumno / a: la evaluación no debe centrarse únicamente en el docente. El alumno también debe ser protagonista y reflexionar sobre su propio aprendizaje y el de sus compañeros / as. Es fundamental poner en marcha procesos de autoevaluación e, incluso, de coevaluación,
  • fácil de entender para todos (para el alumno/a, para las familias y para el equipo educativo): el alumno/a debe comprender su evaluación para poder mejorar, igual que las familias y los docentes para poder ayudar. La claridad debe ser una de las máximas,
  • objetiva: basada en evidencias, no en opiniones (por ello es recomendable usar rúbricas, por ejemplo),
  • justa: que valore con justicia el aprendizaje del alumno/a,
  • progresiva: debe valorar todo el camino, no solo el producto final.

¿CÓMO LA VAMOS A REALIZAR?

La planificación del proceso de evaluación es fundamental. Para ello, nos fijaremos en dos documentos básicos:

  • la programación de departamento: es necesario adaptarla a la evaluación por competencias (por ejemplo, recogiendo los criterios de evaluación, estableciendo una ponderación de los mismos, etc.)
  • la programación de aula: elaboraremos una pequeña planificación sobre cómo realizar la evaluación en el aula, teniendo en cuenta la realidad concreta de nuestros grupos.

PRESENTACIÓN.

En esta presentación se resume lo que hemos trabajado en esta fase 0:

El primer reto que debemos superar en esta fase 0 es decidir la ponderación de los criterios de evaluación de todas las asignaturas y niveles a los que les demos clase. Puedes acceder a la información de este reto aquí:

Y, por último, aquí puedes ver un breve vídeo tutorial sobre cómo se introduce la ponderación de los criterios de evaluación en Séneca:

 

 

¡Y ya está! Ya has superado la fase 0.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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