«Tenemos que hacerte una punción lumbar, tienes meningitis» . Esa fue la frase que cambió mi vida.
Soy Cristian Muñoz Amores, malagueño nacido en el 94. A mis 14 años escuché esta frase en la sala de urgencias del Hospital Carlos Haya. Ni siquiera sabía que significaba punción lumbar pero algo en mi se removió y comencé a llorar de inmediato. Nadie se imaginaba lo que sucedería entonces.
Tuve los dos pies puestos en el otro barrio, pero a veces los milagros existen. No sabían qué virus era el que me afectaba, así que a la desesperada me pusieron toda la medicación de golpe y voilà, una empezó a mejorarme.
Estuve ingresado como mes y medio, de los cuáles dos semanas fueron en UCI. Perdí el habla, la movilidad de la parte izquierda, la visión y respiraba con ayuda.
Poco a poco fui mejorando, y solo quedó como secuela la atrofia del nervio óptico, de ahí mi ceguera casi total de la que me hace especial desde entonces.
Pero he venido aquí para transmitir ganas de luchar por la vida y de no ponernos límites, así que basta de contar penas.
Soy lo que soy gracias a los profesores y profesoras que me ayudaron en mi etapa educativa y desde aquí les quiero hacer un reconocimiento a todo el profesorado de apoyo, especialmente a aquellas personas que me ayudaron.
Estudié bachillerato de ciencias sociales con ayuda de Paco Rodríguez, mi «Paquito». Posteriormente un ciclo superior de administración y finanzas con ayuda de Pablo Sánchez. Más tarde, empecé otro ciclo superior de DAW (Desarrollo de Aplicaciones Web), pero no lo llegué a terminar.
Es imposible expresar en palabras mi gratitud por ellos, y por todos los profesores y no profesores que siempre estuvieron apoyándome. Gracias se queda corto, pero no sé otra forma de decirlo. Gracias, gracias Paco, Pablo, y a todos los profesores que leen estas líneas. Porque las personas con discapacidad visual pueden ser grandes gracias a vosotros.
También quiero hacer una mención especial a mi profesor de contabilidad en el ciclo superior, Amed Sala, por su interés y ganas de enseñarme y sí, estuviste a la altura, Amed.
Y como no, a Rocío Loring, mi profesora de apoyo por parte del centro. Nunca olvidaré aquellas horas haciendo matemáticas o filosofía. Gracias a tí pude sacar muchas asignaturas adelante.
A ambos os vi recientemente y se llena mi corazón de alegría al recordaros y saber que la relación no se termina con la finalización de los estudios.
Por último hay otra persona a la que mencionar, porque al igual que Amed su interés y ganas de enseñarme no tuvieron límites. Sí, Manolo, me refiero a tí. Mi profesor de Base de Datos en el ciclo superior de DAW. Desde aquí felicitarte de nuevo por lo que ya sabes, espero que disfrutes esta nueva etapa amigo.
Y os preguntaréis como es que yo he llegado hasta aquí este blog. Sencillo, me propusieron dar una charla a alumnos con discapacidad visual, aunque para mí no fue una charla, fue una conversación entre amigos que algún día serán grandes personas y serán lo que quieran ser. Gracias Amalia, por organizar todo esto. Sin tí no hubiera sido posible.
Os animo a que visitéis mi web personal, https://cramores.es, en la que hablo más sobre mí y si os apetece os paséis por el blog, https://cramores.es/blog, el cual poco a poco va creciendo. También podéis contactarme para cualquier cosa en https://cramores.es/contacto, estaré encantado de recibiros.
Además, os animo a leer un reportaje que me hicieron en La Opinión de Málaga al finalizar el ciclo superior de administración y finanzas, https://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2016/06/05/discapacidad-impedimento-estudiar-28374797.html, en el cual se reconoce a Paco Rodríguez, Pablo Sánchez y Amed sala.
Recordad, hay que soñar a lo grande y no poner límites.
Sin embargo, mi frase favorita es: “No llames imposible a lo que ni has intentado.”
Cristian Muñoz Amores
Ex alumno del Equipo Específico de atención al alumnado con discapacidad visual de Málaga.