Sociedad cerrada versus abierta. Popper.

Karl Popper define dos tipos de sociedades:

La sociedad cerrada: donde el individuo no es libre y está subordinado a un colectivo y a una verdad incontrovertible. Esa verdad es mágica y tribal. Representa el destino inevitable del ser humano que éste sólo puede aceptar. Una sociedad colectivista. Porque la verdad y la justicia no son sometibles a debate y la libertad individual es falsa si esa justicia no se realiza.

Y la “sociedad abierta”: aquella en que los individuos pueden y deben adoptar decisiones personales. Donde la verdad es parcial y sometible a debate. Donde las respuestas no se han completado. Basada en una incertidumbre epistemológica que permite discusión y voto.

Platón defiende, según Popper, un sistema político de sociedad cerrada:

«Popper identifica los principales elementos del programa político de Platón en lo siguiente: 

— La división estricta en clases: La clase gobernante debe estar separada claramente del resto de la población. 

— Une el destino del estado con el de la clase gobernante, para ello este grupo debe preservar su pureza basándose en unas rígidas reglas de educación y selección. 

— La clase gobernante detenta el monopolio del poder militar y de la educación, pero se le impide toda actividad lucrativa. 

— Se debe implantar una severa censura en todas las actividades culturales de la clase gobernante, tendiéndose a unificar su mentalidad. Debe impedirse toda innovación en materia educativa, reli giosa o legislativa. 

— El estado debe ser autárquico, o de otra forma la clase gobernante dependería económicamente del resto de la población» (Enrique Fojón:

file:///C:/Users/usuario/Downloads/Dialnet-Popper-610079.pdf)

Luego:

¿Qué es «totalitarismo»? (¿quién inventó el concepto y quiénes lo apoyan y quiénes lo rechazan?).  ¿Es un concepto que se ajusta a lo que Popper denomina sociedad cerrada?.

En la sociedad actual en que vivimos, ¿qué elementos son de una sociedad abierta y qué elementos de una cerrada?

¿Qué elementos deberíamos cambiar?. ¿Cómo se relacionan la libertad y la justicia?. ¿Qué criterios aplicamos?.

Los que se alejan de Omelas.

Ignacio Escañuela Romana.

Sandel en su libro sobre la Justicia hace referencia al cuento Los que se alejan de Omelas de Ursula K. Le Guin. En él, nos relata la siguiente historia. En Omelas existe la felicidad completa, las personas viven con toda la abundancia deseada por ellas. Tanta felicidad tienen que no precisan, ni siquiera, de tecnología industrial. Son tan felices que: «¿Cómo se puede explicar el gozo?», pues eran simplemente felices. Esa felicidad, entonces, que a todas las personas una u otra cuestión nos quita, que vivimos como ideal pero no logramos realizar jamás, que es tan deseada que tiene como resultado quitarnos precisamente el gozo.

El problema es que en un «lóbrego cuartucho» y pequeño,sucio y casi sin luz, «hay un niño sentado» que vive en completa soledad y maltrato efectivo, sucio y enfermo, malnutrido, y tiene retraso mental. El niño o niña quiere salir, pues conoce la vida exterior, y pide que lo saquen. Todas las personas saben de su existencia y todas son conscientes de que la felicidad completa de la ciudad y sus habitantes depende del estado misero de esa persona. Si se le auxiliase y sacase, esa felicidad terminaría.

No voy a contar a partir de este punto el cuento, cuya lectura recomiendo. Sandel llega también hasta aquí. La pregunta es: ¿deberíamos sacar al niño/a y auxiliarlo?. El utilitarismo nos dice que no, que las decisiones sociales deben ser tomadas en beneficio de la mayoría. Bueno, es lo que solemos hacer. Sabemos que la contaminación provocada por el tráfico causa enfermedades y muertes, pero las subordinamos a los beneficios de ese transporte: la mayoría gana con el acceso a recursos económicos, sanitarios, laborales, etc. Se podría aducir que en ese caso no hay problema: todas las personas tienen acceso a estos recursos (beneficios) y todas están expuestas a las consecuencias negativas de la contaminación (coste).

Sin embargo, esto no siempre es así. A menudo costes y beneficios van a diferentes personas. Si un país produce más CO2 por producción industrial se beneficia de la venta de esos productos, mientras que la contaminación es para todos los países: calentamiento global. Si la mayoría de las personas nos ponemos una vacuna, el coste (pinchazo) es de cada uno de nosotros, pero los beneficios son conjuntos: también el que no se pone la vacuna ve reducida la probabilidad de coger esa infección. Tiende a haber más tratamientos médicos para las enfermedades conforme más personas las padecen.

¿Hay límites al principio de beneficio por la mayoría?. ¿Hasta dónde puede llegar ese principio utilitario?. Las posturas kantianas o similares nos dicen que existen derechos referidos a la dignidad humana y que estos derechos no son disponibles por la mayoría. Por ejemplo, nos oponemos al sacrificio de una persona, en cualquier circunstancia de ella, para beneficiar (trasplantes) a otras, pues va contra derechos fundamentales (a la vida).

Lo curioso es que todos tendemos a aplicar diferentes soluciones a situaciones distintas, configurando una respuesta global contradictoria pero natural. 

¿Se te ocurren circunstancias en que aplicamos el sacrificio de los intereses de una minoría para favorecer a la mayoría?. ¿Se te ocurren otras en que salvaguardamos los derechos de una minoría aun a costa de perjudicar los intereses de una mayoría?.

Finalmente, si lees todo el cuento, ¿dónde crees que van?.

Teorías de la mente.

Ignacio Escañuela Romana

Filosofía de la mente. Tres teorías de la mente:

Fisicalismo. Es la idea de que la mente es explicable a través de la descripción de procesos físicos cerebrales. El cerebro es la causa, la mente el efecto. Sin embargo, no se ha podido, hasta ahora, ver el detalle de esta relación.

Dualismo. Mente y cerebro no son equivalentes. Hay al menos una parte de lso procesos mentales que no se pueden reducir al cerebro. La mente tendría alguna forma de causar procesos mentales. Pero queda poco claro cómo procesos tan diferentes pueden estar relacionados de alguna forma.

Ermengentismo. Existen propiedades complejas no reductibles a procesos cerebrales simples. Es un enfoque holístico. Puede ser una emergencia débil, dependiente de procesos físicos de un modo u otro, o fuerte, con una fuerte independenciade la mente que lo acerca al dualismo.

 

Fuente: Bartlett, J. (2014). Using Turing oracles in cognitive models of problem-solving. Edited Volumes, 99-122.

Foucault, Kant.

Ignacio Escañuela Romana.

Foucault, El sujeto y el poder:

He investigado, nos dice Foucault:

  • La ciencia. Que es un sistema de objetivaciones: signos o técnica en que se refleja la actividad humana.
  • Las «prácticas divisorias»: el sujeto (persona) se divide dentro de él mismo y fuera respecto a los demás. Por ejemplo, loco/cuerdo.
  • Cómo las personas se transforman a sí mismas en sujetos: en conciencia.

La filosofía tendría, nos dice, dos funciones fundamentales:

  • Desde Kant, evitar que la razón vaya más allá de los límites de lo que es dado en la experiencia. Esto es, una razón crítica en términos kantianos.
  • Mantenerse atenta a los abusos del poder de la racionalidad política. Pues Foucault interpreta que la razón aplicada al poder lleva a experiencias como el fascismo o el estalinismo. Cree, este autor, que racionalización extensa y excesos de poder van juntas, como en los campos de concentración del nazismo.

Foucault nos habla, entonces, del «poder pastoral» (propio de la Edad Media, un sujeto externo fija la verdad indudable, lo que priva al sujeto de la duda y la capacidad de fundar la verdad). Dejo este concepto para otra entrada del blog.

Foucault hace referencia la texto de 1784, de Kant, ¿Qué es la Ilustración?. Donde Kant se pregunta, en efecto, acerca de la naturaleza de la Ilustración (o Iluminismo). «¿Qué está ocurriendo en este preciso momento?, ¿Qué nos está sucediendo?» (dice Foucault sobre ese texto). Mientras Descartes se preguntaba según Foucault: «¿Quién soy?. ¿Yo, como único pero universal y ahistórico sujeto?»; Kant haría un análisis más histórico.

Foucault se plantea, pues, y tal y como ya se ha señalado en otra entrada del blog, la vigencia del análisis crítico, lo fundado de una racionalidad que pregunta desde Kant y que se plantea que ninguna afirmación vaya más allá de los límites de una experiencia posible (humana).

Foucault: «La conclusión podría ser que el problema político, ético, social y filosófico de nuestros días no es tratar de liberar al individuo del Estado y de las instituciones del Estado sino liberarnos de ambas, del Estado y del tipo de individualización que está ligada a éste. Debemos promover nuevas formas de subjetividad…»

Foucault distingue tres ámbitos de conocimiento y acción humanos, que ya encontrábamos en Kant y, especialmente, en Hegel:

  • Trabajo y transformación de lo real. La técnica, las cosas.
  • El ámbito de los signos, la comunicación, los hechos físicos con significado.
  • El cambio de los relaciones humanas. Que engloba también las relaciones de poder.

Es obvio que Kant privilegió el mundo de los signos. Toda la filosofía kantiana del siglo XX es un estudio de la cultura como el mundo de los signos y ámbito de la libertad.

¿Y Foucault?. Al estudiar el poder, sobre todo, aunque tratase otros ámbitos del sujeto tal y como ya se ha expuesto, dio énfasis al mundo de las relaciones intersubjetivas. Las visiones de la conciencia, la ciencia y el nacimiento de la conciencia son tratados, todo ellos, como fenómenos sociales.

¿Es realmente la razón crítica kantiana recogida por Foucault?. Sí y no. Foucault se cuestiona los fundamentos de la verdad de cada institución y actuación. Pero Kant lo hace desde criterios universales propios de una subjetividad no histórica. Foucault interpreta como fundamentales a las instituciones sociales y su carácter histórico.

Es curioso, pero las actuaciones de poder que estudia extensamente Foucault pertenecen todas al imperativo hipotético kantiano o búsqueda de objetivos e intereses del modo de la razón instrumental (que plantea medios para fines). Todo el ámbito de los imperativos categóricos o deberes (normas universales) queda fuera. El tratamiento de las personas como fines en sí mismas no es estudiado por Foucault, ya que las verdades históricas no pueden basar de ningún modo ámbitos de actuación universales, fundamentados sólo en el sujeto como tal. Historia frente a ahistoria. Un debate del mayor interés. Foucault versus Kant.

Platonismo matemático

Ignacio Escañuela Romana

«Platonism about mathematics (or mathematical platonism) is the metaphysical view that there are abstract mathematical objects whose existence is independent of us and our language, thought, and practices» (https://plato.stanford.edu/entries/platonism-mathematics/#:~:text=Platonism%20about%20mathematics%20(or%20mathematical,so%20do%20numbers%20and%20sets.).

Es decir, es una teoría de las matemáticas que afirma que éstas hablan de objetos reales, independientes de nosotros. Si hablo de un triángulo, de un modo u otro ese triángulo tiene existencia real.

Hay que explicar dos conceptos:

¿Qué son las matemáticas?. Las defino, siguiendo a Cassirer, como el estudio del orden. LA ciencia del orden. En este sentido, no es el estudio de los números, sino de las relaciones.

¿Qué significa «abstracto«?. Abstracto no es lo que no se puede ver ni tocar, esta definición carece de sentido pues todos los conceptos no pueden ser objeto de percepción. Abstracto o universal (así se le llama también) es aquel concepto que es aplicable a múltiples casos. En palabras de Russell el que tiene definición verbal: contiene características que nos permiten encontrar los objetos que poseen estas características. Por ejemplo, «mesa». Pero también conceptos suyo referente puede no existir, por ejemplo «Don Quijote» que es un personaje que hace un conjunto de cosas en la novela. Ojo que un concepto como «azul» no es abstracto: no puedo definir ninguna característica que me permita localizar al objeto de referencia (Russell).

¿Hay objetos abstractos?. Esto no tiene sentido, sólo los conceptos o palabras pueden ser abstractos. Los objetos existen (o no), pero no pueden ser abstractos.

Entonces, ¿qué objetos son referencia de la matemáticas en el platonismo?. Para Platón serían lo que llama «Ideas» o «Formas». Por ejemplo, el triángulo. Entonces las matemáticas no se inventan, sino que se descubren. Serían, pues, según el platonismo, objetos reales referencia de los conceptos matemáticos sí abstractos.

Veamos al mismo Platón. González, M. H. L. (2015). Matemática y física en el Tímeo de Platón. Poliedros regulares y elementos naturales. Praxis filosófica, (40), 85-112:

«Una respuesta a este problema sobre el hiato entre lo matemático y lo sensible podría ser considerar como “materia” no los triángulos fundamentales, sino solamente las “unidades de materia” que éstos forman al unirse. Las partes más pequeñas de materia no son entes fundamentales, como en la filosofía de Demócrito, sino formas matemáticas. La forma tiene prioridad ontológica sobre la sustancia de la cual es forma» (p.97)

Es decir, las formas matemáticas fundamentales tienen una referencia real. Algo inteligible: no es material, es perceptible sólo por la razón pura, y existe. El teorema de Pitágoras pasa a ser una descripción de un ente real que es el triángulo.

Gödel, el más grande lógico del siglo XX, apoyó el platonismo por entender que la matemática era descubrimiento, no invención. Que se ocupa de describir algo real, no un constructo humano. Quine y Putnam defendieron, asimismo, un platonismo en base a que afirmar la existencia de entidades matemáticas apoyaría la significatividad de las teorías científicas. Es decir, si las matemáticas son aplicables a la realidad empírica, y lo son, la base es: «indispensability of mathematics to empirical science gives us good reason to believe in the existence of mathematical entities» (https://plato.stanford.edu/entries/mathphil-indis/).

 

Türing. Rehabilitación.

Ignacio Escañuela Romana

Alan Türing fue un lógico-matemático inglés que hizo cosas realmente grandes:

  • Descifró Enigma: el código militar alemán secreto. Por lo tanto, hizo una enorme contribución al esfuerzo militar de los aliados.
  • Inició la moderna computación. Uno de los fundadores más importantes de la inteligencia artificial.

Sin embargo, en un proceso judicial fue condenado por haber mantenido relaciones homosexuales. La legislación ha sido modificada: «Según la legislación del Reino Unido la homosexualidad es legal, establece que la edad de consentimiento sexual es 16 años para todas las orientaciones sexuales, permite las uniones civiles para parejas homosexuales y establece leyes anti-discriminación y homofobia. Además permite a los transexuales cambiar su sexo legal» (https://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_del_colectivo_LGBT_en_Reino_Unido#:~:text=Según%20la%20legislación%20del%20Reino,leyes%20anti-discriminación%20y%20homofobia.).

El Primer Ministro británico rechazó finalmente la condena (http://news.bbc.co.uk/2/hi/technology/8249792.stm):

«While Mr Turing was dealt with under the law of the time and we can’t put the clock back, his treatment was of course utterly unfair and I am pleased to have the chance to say how deeply sorry I and we all are for what happened to him.» 

Añadió: «So on behalf of the British government, and all those who live freely thanks to Alan’s work I am very proud to say: we’re sorry, you deserved so much better.»

La sentencia fue injusta. Así fue reconocido.

Contexto filosófico-cultural. Texto de Kant.

Ignacio Escañuela Romana.

Pregunta del examen de Acceso a la Universidad. Texto de Kant. Descripción del contexto filosófico-cultural que influye en el autor del texto (2 puntos).

Propuesta de solución:

Immanuel Kant nació en 1724 y murió en 1804 en Könisberg, Alemania. Fue profesor universitario. Filósofo, su producción intelectual se encuadra tanto en la Ilustración, como en las diferencias doctrinales entre el empirismo y el racionalismo de la filosofía moderna. Es considerado como defensor del idealismo y también de una racionalidad crítica. Idealismo kantiano que hay que comprender como transcendental: el sujeto constituye los fundamentos a priori de su conocimiento, pero no son bases absolutas de la realidad. Así como crítico: hay que cuestionar esos fundamentos para ver sus límites.

Su pensamiento se entiende, así pues, dentro de la dinámica del siglo XVIII. Un siglo de recuperación económica y explosión demográfica, época de grandes transformaciones que se aceleran, sobre todo, a partir de la segunda mitad del siglo. Políticamente, se da el Absolutismo: los reyes son omnipotentes, a excepción de la monarquía parlamentaria británica. Este modelo se enfrentó al cambio industrial que comenzó en Inglaterra y a la expansión de un movimiento que tendió a dar énfasis a la racionalidad y libertad humanas: la Ilustración. La burguesía va adquiriendo importancia, lo que acabará por generar la revolución norteamericana y la francesa de 1789.

El movimiento ilustrado es, en un análisis marxista, la ideología crítica de las clases medias. Hace avanzar una concepción liberal y tolerante. Es esencial en el pensamiento kantiano la influencia de este gran proyecto: un esfuerzo común de transformación y mejora de la humanidad mediante el desarrollo de su propia naturaleza racional. Kant pertenece plena y conscientemente a ese movimiento. Suya es la contestación a la pregunta acerca de qué sea la Ilustración, generando el famoso lema «sapere aude«: atrévete a saber. 

Es interesante hacer una breve reflexión sobre la diferencia siguiente. Por una parte, Ilustración es un movimiento cultural, histórico, del siglo XVIII, basado en una reivindicación de la razón como motor de decisiones sociales y políticas. Como propuesta de cambios individuales y colectivos. Destaca, así, la labor de la Enciclopedia. Por otro lado, la Ilustración es una forma determinada del saber y la crítica, una actividad filosófica y científica que supone una propuesta general, no circunscrita a un momento histórico. En este sentido, Ilustración sería interrogarse a uno mismo, pensar por uno mismo, elevar con entera independencia la propia razón como único juez de la verdad (Subirats, La Ilustración insuficiente, 1981, un libro muy interesante). La razón propia, que se mueve en el ámbito de la libertad, es, para Kant, pues, la guía del conocimiento, conducta y organización social.

Los tres elementos fundamentales de la Ilustración (op.cit.) serían: la razón como poder del sujeto humano como actitud constituyente, el proceso científico-técnico como proceso dinámico e indefinido de la razón, la actividad revolucionaria. Los tres se dan en Kant y en el texto propuesto. De ahí que este autor diga que no vivimos en una edad ilustrada, sino en una edad de ilustración.

Es interesante añadir algunas notas más. En arte, el Barroco deja paso al Clasicismo, que se caracteriza por la racionalidad, la sencillez y el orden (espíritu cartesiano). En ciencia, se desarrolla la mecánica clásica de Newton. Newton representó para toda la Ilustración la culminación de la ciencia moderna. De ahí que Kant quiera establecer los principios y límites del conocimiento científico de la naturaleza, a la vez que responder a la pregunta acerca de qué pueda conocer. La filosofía kantiana es un intento de clarificar filosóficamente las condiciones de posibilidad de la física newtoniana. Para responder al problema va a tomar elementos de las dos grandes corrientes filosóficas de la modernidad. Al afirmar que el conocimiento se limita a la experiencia, la filosofía kantiana se aproxima al empirismo, y al afirmar que no todo el conocimiento proviene de la experiencia se acerca al racionalismo. Concluye que es posible un conocimiento estricto y universal (los juicios sintéticos a priori).

Por su parte, Rousseau reforzó en Kant la convicción en la autonomía, en la independencia de la moralidad frente a las leyes que rigen el mundo objetivo. Rousseau era el filósofo del espíritu, de la subjetividad: frente al mundo externo. Newton y Rousseau, reino de la naturaleza y reino del espíritu, causalidad y libertad. Dos mundos de los que se siente ciudadano, dos legalidades a las está sometido. ¿Anula la ciencia todo acceso del hombre a lo metafísico? ¿Pueden conciliarse causalidad física y libertad moral?. Kant se propone establecer y justificar los principios de la acción y las condiciones de la libertad, ligada a la cuestión: ¿qué debo hacer?; y delinear el destino último del hombre para responder a la pregunta: ¿qué me cabe esperar?.

Finalmente, la filosofía kantiana es el esfuerzo fecundo y original, en medio de la filosofía moderna y de la Ilustración, por dar una solución a la polémica doctrinal entre empirismo y racionalismo y, ante todo, por dar una respuesta a la pregunta ilustrada: ¿qué es el hombre?. Kant reafirma el papel central de la razón humana crítica en todos los ámbitos de la cultura y, sobre esta base, tiene una visión optimista acerca del desarrollo de la historia.

Más datos y algunas fuentes utilizadas en:

https://blogsaverroes.juntadeandalucia.es/filosofiaendebate/2019/03/24/immanuel-kant-1/

Subirats, E. (1981). La ilustración insuficiente.

Tomás de Aquino. Su filosofía en general.

Ignacio Escañuela Romana.

Algunas consideraciones sobre la filosofía de Tomás de Aquino.

Tomás de Aquino (1225 a 1274), nacido en ITalia, dominico. Estudió en Nápoles, París y Colonia. Canonizado en 1323. Llamado «doctor angelicus». La neoescolástica del XX se ha basado en renovar el tomismo. Su filosofía tuvo una fuerte asimilación del aristotelismo, pero también bebió de los Padres de la Iglesia, de Pseudo-Dionisio, Boecio, comentaristas árabes y latinos.

A. La cultura en la Edad Media.

Parece una aventura imposible resumir siglos de una evolución cultural compleja en pocas líneas. Tomo algunos rasgos de la cultura de la Edad Media del libro de Schwanitz (2007) La Cultura:

*La sociedad medieval era una pirámide organizada por capas sociales jerárquicamente estructuradas. Nobleza-ciudadanos libres-siervos.

*La Iglesia era una jerarquía paralela: Papa-cardenales-obispos-…

*La sociedad era agraria en su inmensa mayoría.

*La sociedad era estática: cada individuo pertenecía a la clase social de nacimiento para siempre. Con determinaciones jurídica, económica, cultural y social. 

*No había división clara entre identidad personal y rol social.

*Las injusticias de este mundo eran recompensadas en el otro mundo. Este otro mundo era también jerárquico.

*Las nociones de Cielo/Infierno/pecado dominaban la vida.

*La Iglesia como institución que gestiona la salvación y gracia divinas. Con pago para ella y sanciones propuestas por incumplimientos. Hay un crédito de salvación. La Iglesia tiene el monopolio de su gestión.

*La cultura moderna se va a originar en las ciudades. Florecieron, sobre todo, en norte de Italia y Flandes.

*Las grandes ciudades generaron los grandes monumentos de la arquitectura medieval: las catedrales. También generaron las universidades.

*La filosofía dominante será la de Aristóteles, cuyos textos llegaron desde el mundo árabe. La Escolástica es la sistematización de la concepción cristiana del mundo en términos aristotélicos. El representante más celebre es Tomás de Aquino.

B. Razón y fe

La relación del cristianismo con la filosofía viene determinada por el predominio de la fe sobre la razón. Es el «Credo ut intelligam» (creo para conocer) de San Agustín o el «Credo quia absurdum est» (creo porque es absurdo) de Tertuliano. Esa subordinación se transmite a lo largo de toda la tradición filosófica hasta Santo Tomás de Aquino. Sin embargo, este es uno de los primeros autores que replantea la relación entre la fe y la razón, dotando a esta última de mayor autonomía: razón y fe siguen caminos independientes hacia la misma verdad, salvo para algunas cuestiones de fe (verdades reveladas). Lógicamente deudor de la tradición filosófica cristiana, aceptando el predominio de lo teológico sobre cualquier otra cuestión filosófica.

Asimismo, al colocar a la fe por encima, Tomás también se enfrenta con otra tradición. A lo largo del siglo trece, el desarrollo de la averroísmo latino había insistido en la teoría de la «doble verdad», según la cual habría una verdad para la teología y una verdad para la filosofía, independientes una de otra, y cada una con su propio ámbito de aplicación y de conocimiento. La verdad de la razón puede coincidir con la verdad de la fe, o no. En todo caso, siendo independientes, no debe interferir una en el terreno de la otra. Santo Tomás rechazará esta teoría, insistiendo en la existencia de una única verdad, que puede ser conocida desde la razón y desde la fe. Razón y fe son dos modos de conocer las verdades, si bien la fe llega más lejos por ser una revelación directa de Dios.

En definitiva, la filosofía se ocupará del conocimiento de las verdades naturales, que pueden ser alcanzadas por la luz natural de la razón; y la teología se ocupará del conocimiento de las verdades reveladas, de las verdades que sólo puede ser conocidas mediante la luz de la revelación divina.

C. Metafísica

Los elementos aristotélicos de la metafísica tomista

La mayor parte de la metafísica tomista procede de Aristóteles, aunque también hay elementos procedentes del platonismo agustiniano y de la filosofía árabe.

Al igual que para Aristóteles, para Sto. Tomás la metafísica es la ciencia del «ente en cuanto ente» y, como tal, la ciencia de las primeras causas y principios del ser. Al igual que Aristóteles acepta la teoría de las cuatro causas, la teoría de la sustancia y la teoría del acto y la potencia. Pero la necesidad de conciliar el aristotelismo con el cristianismo le llevará a introducir una nueva estructura metafísica, utilizada ya por Avicena: la de la distinción entre esencia y existencia. Además, recurrirá a las teorías platónicas de la participación, de la causalidad ejemplar y de los grados del ser.

Acepta la teoría de las cuatro causas: la causa material, aquello de que está hecha una cosa; la causa formal, lo que es una cosa; la causa eficiente, el agente que la produce; y la causa final, el para qué de una cosa.

Acepta la teoría de la sustancia. Al igual que Aristóteles, la sustancia es identificada con la entidad concreta y particular, constituida por un compuesto indisoluble de materia y forma. Pero, ¿es posible la existencia de sustancias que no estén compuestas de materia y forma?. Ha de serlo, si se pretende conciliar la filosofía aristotélica con la revelación, que se refiere, al menos, a dos de ellas: los ángeles y Dios.

Acepta la teoría del acto y la potencia: por ser en acto se refiere, con Aristóteles, a la sustancia tal como en un momento determinado se nos presenta y la conocemos; por ser en potencia entiende el conjunto de capacidades o posibilidades de la sustancia para llegar a ser algo distinto de lo que actualmente es.

Teoría de la esencia y la existencia y otras influencias

La metafísica aristotélica conduce a una interpretación del mundo no conciliable con el cristianismo: el mundo es eterno y está compuesto de una multiplicidad de sustancias que, en cuanto tales, tienen la misma entidad. ¿Cómo conciliar la eternidad del mundo con la creación? ¿Cómo conciliar la identificación del ser con la sustancia con la afirmación de que hay una sustancia suprema, y radicalmente distinta de todas las demás? La distinción que ya había establecido Avicena entre la esencia y la existencia será la respuesta que buscará Tomás: además de las estructuras anteriormente citadas, y basada especialmente en la teoría del acto y la potencia, habrá que distinguir en cada sustancia la esencia de la existencia. La esencia está respecto a la existencia como la potencia respecto del acto. Lo que una cosa es, su esencia, puede ser comprendido independientemente de que esa cosa exista o no; e independientemente de su existencia o no, la esencia se mantiene inalterable siendo lo que es. Esto es totalmente ajeno a los principios de la filosofía aristotélica y se aproxima a Platón.

Por ejemplo, comprendemos lo que es un hombre independientemente de que existan o no hombres, y lo mismo con cualquier otra sustancia. La esencia sería, pues, una cierta forma de ser en potencia: para existir tendría que ser actualizada por otra entidad que le diese la existencia, ya que nada puede ser causa de su propia existencia. Por lo tanto, todas las cosas que existen son un compuesto de esencia y existencia. En ese sentido son contingentes, es decir no tienen en sí mismas la necesidad de existir, pueden existir o no existir. ¿De dónde les viene, pues, la existencia? Ha de proceder de otra sustancia que exista eminentemente, es decir, de una sustancia cuya esencia consista en existir y sea, por lo tanto, un ser necesario: Dios. Se establece así una distinción o jerarquía entre los seres: los contingentes, los que recibe su existencia; y el ser necesario, aquel en que la esencia y la existencia se identifican.

La concepción de la esencia se ha modificado con respecto a la concepción aristotélica: para Aristóteles la esencia venía representada exclusivamente por la forma, que precisa de la materia para existir. Para Tomás la esencia de los seres contingentes comprende también la materia, y la esencia de los seres espirituales se identifica exclusivamente con la forma, ya que carecen de materia. Tomás habla de seres constituidos por formas puras, como los ángeles y Dios, distinguiéndose en que los ángeles reciben también la existencia de Dios. Le es posible, entonces, admitir sustancias inmateriales, lo que desde una posición estrictamente aristotélica resultaría difícilmente sostenible.

Los elementos platónicos de la metafísica de Tomás de Aquino.

i- La distinción entre la esencia y la existencia podría bastar para dar una explicación jerárquica de la realidad, partiendo de Dios como ser necesario. Sin embargo santo Tomás recurre a la teoría neoplatónica de los grados del ser, estableciendo una jerarquía que va de los seres inanimados a Dios, pasando por los seres vegetativos, los sensitivos y los racionales, en el mundo material, y por los ángeles en las esferas celestes.

ii- Recurre también a las teorías platónicas de la participación y la causalidad ejemplar: los seres contingentes reciben la existencia de Dios, por lo que su existencia participa de alguna manera de la existencia de Dios, el único ser necesario, lo que conduce a Sto. Tomás a similares dificultades a las que la teoría de la participación había conducido a Platón, aunque ahora en un plano más estrictamente teológico.

iii- La consideración de Dios como causa ejemplar, teorizada por San Agustín, según la cual las Ideas de todas las cosas están en la mente de Dios, es parcialmente aceptada por santo Tomás. El ser de los cosas creadas no les pertenece propiamente sino que lo tienen por analogía con Dios; y lo mismo ocurre con las demás perfecciones.

D. Teología

La tradición teológica y la existencia de Dios.

Rompe con la tradición al adoptar una nueva postura respecto a las relaciones entre razón y fe. La filosofía no será concebida ya como la simple «criada de la teología». Es cierto que la verdad es una, pero para Sto. Tomás no es menos cierto que la razón tiene su propio ámbito de aplicación, autónomo, dentro de esa verdad única, al igual que ocurre con la fe. Y, cada una en su dominio, es soberana. Establece, pues, una distinción clara entre razón y fe, entre filosofía (dominio de la razón) y teología (dominio de la fe) tanto en virtud de su método, como por su objeto de estudio y su ámbito de aplicación. Pero admite la colaboración entre ambas, y aun una cierta sumisión de la razón a la fe en las cuestiones en que la razón no pueda definirse.

Por lo que respecta la existencia de Dios Sto Tomás afirma taxativamente que no es una verdad evidente para la naturaleza humana, (para la razón,) por lo que, quienes la afirmen, deberán probarla. La existencia de Dios, nos dice, es evidente considerada en sí misma, pero no considerada respecto al hombre y su razón finita y limitada. Tanto es así que ni siquiera las diversas culturas o civilizaciones tienen la misma idea de Dios (judaísmo, islamismo, cristianismo, politeísmo…) e, incluso, ni siquiera todos los hombres pertenecientes a la misma cultura poseen la misma idea de Dios. Con ello pretende recalcar tanto la importancia del tema como la legitimidad de solicitar una garantía de la razón, independientemente de lo que afirme la fe.

Si la existencia de Dios no es una verdad evidente para nosotros es necesario, pues, que sea demostrada de un modo evidente para la razón, de un modo racional, en el que no intervengan elementos de la Revelación o de la fe.

No podemos partir de la idea de Dios, pues no la conocemos suficientemente. Sólo nos queda, pues, partir del conocimiento que proporciona la experiencia humana, de los seres que conocemos, tomados como efectos, y remontarnos, a través de ellos, a su causa, es decir, argumentando » a posteriori «. Por todo ello desarrolla cinco pruebas de la existencia de Dios a partir siempre de la experiencia sensible.

Demostración de la existencia de Dios. Las cinco vías

Primera vía. Por el movimiento: nos consta por los sentidos que hay seres de este mundo que se mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro, y como una serie infinita de causas es imposible hemos de admitir la existencia de un primer motor no movido por otro, inmóvil. Y ese primer motor inmóvil es Dios.

Segunda vía, por la causa eficiente. Nos consta la existencia de causas eficientes que no pueden ser causa de sí mismas, ya que para ello tendrían que haber existido antes de existir, lo cual es imposible. Además, tampoco podemos admitir una serie infinita de causas eficiente, por lo que tiene que existir una primera causa eficiente incausada. Y esa causa incausada es Dios.

Tercera vía. Por la contingencia: hay seres que comienzan a existir y que perecen, es decir, que no son necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno, pero existen, por lo que deben tener su causa, pues, en un primer ser necesario , ya que una serie causal infinita de seres contingentes es imposible. Y este ser necesario es Dios.

Cuarta vía. Por los grados de perfección: observamos distintos grados de perfección en los seres de este mundo (bondad, belleza,…) Y ello implica la existencia de un modelo con respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente verdadero, un ser supremo. Y ese ser supremo es Dios.

Quinta vía. Por la finalidad: observamos que seres inorgánicos actúan con un fin; pero al carecer de conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas las cosas naturales dirigiéndolas a su fin. Y ese ser inteligente es Dios.

La teología de la creación.

Respecto al tema de la creación Sto. Tomás, a pesar de la raíz aristotélica de su pensamiento, seguirá la tradición agustiniana, conciliándola con su explicación de la estructura metafísica esencia/existencia. Según ella todos los seres se componen de esencia y existencia, excepto Dios, en quien la esencia se identifica con la existencia. Sólo Dios, por lo tanto, es un ser necesario, pues sólo él debe su existencia a su propia esencia: su esencia es existir. Los demás seres reciben la existencia del ser necesario, ya se trate de seres materiales o inmateriales.

Al igual que el resto de los filósofos medievales tributarios de la tradición cristiana Santo Tomás afirmará la creación «ex nihilo», es decir, la creación del mundo mediante un acto de Dios totalmente libre, radical y originario. La nada no representa una materia informe preexistente, sino la inexistencia absoluta; y no puede tomarse como la causa de la creación, pues ésta es sólo obra de Dios. El mundo tampoco es creado por «emanación» necesaria de la naturaleza divina (Plotino): Dios no está sujeto a ninguna necesidad, sino que crea libremente.

El mundo podría no haber sido creado, o haber sido creado de otro modo, tal como había defendido ya San Agustín, admitiendo incluso la creación de un mundo que a nosotros pudiera parecernos absurdo y en el que 2 y 2 fueran 5. Por lo demás, en cuanto a saber si la creación ha tenido lugar en el tiempo Sto. Tomás afirma que la razón no puede zanjar esa cuestión, ya que tanto la tesis como la antítesis son indemostrables para la razón. Se adhiere, por ello, a lo que manifiesta la Revelación: que la creación tuvo lugar en el tiempo.

Por último, en cuanto al problema del mal en el mundo, afirma que Dios lo ha permitido (tanto el físico como el moral) para obtener un beneficio mayor: la libertad de la voluntad y el perfeccionamiento del mundo.

E. Antropología y psicología

También la concepción del ser humano en Sto. Tomás está basada en la concepción aristotélica. Pero, al igual que ocurre con los otros aspectos de su pensamiento, ha de ser conciliada con las creencias básicas del cristianismo: la inmortalidad del alma y la creación. El ser humano es un compuesto sustancial de alma y cuerpo, representando el alma la forma y el cuerpo la materia de dicha sustancia. Frente a la afirmación de algunos de sus predecesores de que existen en el ser humano varias formas sustanciales, como la vegetativa y la sensitiva, Sto. Tomás afirma la unidad hilemórfica del ser humano, que constituye una unidad en la que existe una única forma sustancial, el alma racional, que informa inmediata y directamente a la materia prima constituyendo el compuesto «hombre».

El alma se sigue concibiendo, pues, como principio vital y como principio de conocimiento, pero se rechaza la interpretación platónica de la relación entre el alma y el cuerpo, en el sentido de que Platón había atribuido al alma, y no al ser humano, esas funciones vitales y cognoscitivas, mientras que la interpretación hilemórfica de santo Tomás le llevará a atribuir esas funciones al «hombre»: es el ser humano, el individuo, el que vive y conoce, el que razona y entiende, el que imagina y siente. Todo ello es imposible sin tener un cuerpo, por lo que éste ha de pertenecer al «hombre» con el mismo derecho que le pertenece el alma.

La relación del alma y el cuerpo es una relación natural, no una situación forzada y antinatural, según la cual estaría el alma en el cuerpo como el prisionero en la celda. No se puede interpretar la interdependencia entre la alma y el cuerpo como un castigo para el alma, en contra de lo que los neoplatónicos afirmaban, y que dio pie al desarrollo de algunas herejías basadas o inspiradas en el gnosticismo, como la de los cátaros.

Para Aristóteles, dada la imposibilidad de existencia de formas separadas, la inmortalidad del alma queda descartada, en contra de lo que afirmaba Platón. Se discute si Aristóteles aceptaba o no una cierta inmortalidad del entendimiento y, en ese caso, si la inmortalidad afectaría a la sustancia individual o a la forma universal. Los averroistas latinos entendieron que la inmortalidad afectaba a la forma universal, afirmando la existencia de un único entendimiento agente, común a todos los seres humanos. Santo Tomás afirmará, por el contrario, la inmortalidad individual.

¿Es compatible esta afirmación con el hilemorfismo? Sto. Tomás defenderá la inmortalidad del alma apoyándose en su inmaterialidad, (el alma es inmaterial, luego no es corruptible, luego es inmortal, un argumento similar al que ya había utilizado Platón en el Fedón), y en el ansia de inmortalidad del «hombre»: un deseo de inmortalidad implantado por Dios que no puede ser vano.

F. Ley natural. Orden jurídico y ética.

La ética tomista se articula en torno a la noción aristotélica de virtud. Debemos hacer lo que representa un bien individual y colectivo. La sociedad debe articularse en torno a los premios de las conductas virtuosas. El pecado es lo contrario a la virtud, es lo que genera un mal individual o social.

La ley natural es el conjunto de obligaciones que se derivan de la naturaleza humana. Frente a ley positiva que es la existente en cada una de las sociedades, siga o no a la natural. Por lo tanto, practica el naturalismo ético: debo hacer aquello que soy, que me constituye. Un paso del ser al deber ser. Evidentemente, este naturalismo conecta con su teología, ya que es Dios quien creó al hombre.

Por otro lado, el conocimiento de estas normas es por la evidencia: por una intuición directa. Del mismo modo que la razón teórica capta los principios del ente, la razón práctica aprehende el bien.

La ley natural es una. Tomás ha debatido en la Suma si es múltiple (normas variadas, heterogéneas) o una, para concluir que la racionalidad impone la unicidad. El primer principio es hacer el bien (eudemonismo), evitar el mal. Lo que coincidiría con la verdad de la existencia de Dios y la creación del mundo por éste. Dios impondría esa unicidad.

El contenido de la ley natural va a desprenderse de dos elementos, uno subordinado que es seguir los impulsos naturales, que son primariamente la autopreservación y la procreación. Otro jerárquicamente superior que es tomar decisiones racionales, mediante las cuales controlamos y regulamos los impulsos básicos. Que nos enseña que debemos hacer el bien.

Sobre la base, en consecuencia, de los impulsos y la racionalidad, se conforman las obligaciones y derechos que tienen una aplicación erga omnes: para todas las personas y las sociedades. Deberes no disponibles pues una ley positiva no puede, en el orden ético, ni en el teológico, contravenir a las obligaciones naturales. Conjunto de obligaciones, además, eternas.

Claro que somos libres para elegir entre el bien y el mal y la racionalidad nos permite optar en este sentido. Lo que no invalidará esas obligaciones naturales. La libertad es permitida por Dios para hacer al mundo más perfecto.

Referencias

https://www.webdianoia.com/medieval/aquinate/aquino_ryfe.htm

https://www.webdianoia.com/medieval/aquinate/aquino_meta.htm

https://www.webdianoia.com/medieval/aquinate/aquino_meta_2.htm

https://www.webdianoia.com/medieval/aquinate/aquino_teolg.htm

https://www.webdianoia.com/medieval/aquinate/aquino_teolg_3.htm

https://www.webdianoia.com/medieval/aquinate/aquino_antro.htm

Schwanitz (2007) La Cultura

 

¿Avanza la historia?.

Ignacio Escañuela Romana.

Para Hegel, la historia humana era el relato del avance de la razón, que, trabajando, haciendo cultura, construye el mundo y traza el reino de la libertad. El hombre, sujeto constituyente de lo que existe, despliega, como racionalidad un mundo nuevo dotado de sentido absoluto. Todo lo real es, al final, racional. Porque todo adquiere esa forma nueva.

De aquí partió Marx para construir el materialismo: no es la razón, es la acción física, material, de los hombres que transforman la naturaleza y la hacen suya. La cultura no son las ideas, sino la acción material y tecnológica. La construcción verdadera de un ser que sí, adquiere esa libertad como sociedad donde los hombres no se dominen unos a los otros.

Benjamin, filósofo de la primera mitad del XX, marxista, empezó a dudar acerca de si la historia no sería más bien una sucesión de catástrofes. Si no habría una serie de situaciones excepcionales que se irían repitiendo hasta evitar ese progreso, impedir la libertad. De ahí sólo había un paso para llegar al famoso dicho de Adorno (amigo de Benjamin): no es posible hacer poesía tras Auschwitz.

Más sobre la excepcionalidad en Benjamin:

https://camposdelsur-literaturablog.blogspot.com/2020/05/la-excepcionalidad-walter-benjamin.html

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