Autora: Fátima Villarán Morales
En la actualidad nos encontramos con diversos temas controvertidos, cuya polémica generada puede analizarse desde un punto de vista filosófico. Uno de esos temas son los famosos “vientres de alquiler”, la gestación subrogada. Este problema ético, para Kant implicaría considerar a las personas como medios para alcanzar un fin, y no como fines en sí mismas. Kant consideraba que las personas no podían ser medios, únicamente ser fines (imperativo categórico). No se puede cosificar al ser humano, debido a la “dignidad humana”. Acceder por acuerdo a prestar tu útero a cambio de dinero sería atentar contra la dignidad humana, al igual que proporcionar dinero a cambio de la gestación: no es admisible bajo ninguno de los dos puntos de vista.
Kant se posicionaba a favor de las éticas formales, aquellas que son universales y necesarias y a priori (sin necesidad de experiencia). Para Kant la verdadera ética es aquella que se lleva a cabo con intencionalidad pero sin interés. La búsqueda de la felicidad no se debe considerar como un deber ya que el deber implica coerción hacia un fin aceptado a disgusto .Por el contrario la búsqueda de la felicidad mediante la gestación subrogada o los intereses
monetarios que se esconden tras esta no son éticos bajo el punto de vista de Kant.
Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que Kant estaría totalmente en contra de la gestación subrogada, así como está en contra de las éticas materiales, algunas de las cuáles tienen como deber actuar para alcanzar la felicidad, o hacer todo aquello que te produzca placer. Si atendemos a estas condiciones, la gestación subrogada sería un imperativo hipotético, particular y contingente.
La ética kantiana nos anima a pensar más allá y hacer de tu conducta un modelo universal, tratar a los seres racionales como fines en sí mismos(imperativo categórico).
De otra manera, los derechos no deben deberse de consideraciones empíricas. El conjunto de todas estas ideas, se constituiría en un ataque de Kant contra el Utilitarismo.