Arquitectura efímera: Arco de triunfo en honor a Isabel II

La singular historia de nuestro centro hay que conocerla a veces por fuentes indirectas. Merece la pena, sin embargo, traerla a este relato para ponderar cuál era la relevancia del Instituto en la Málaga contemporánea. Ningún ejemplo mejor que su presencia institucional en las visitas reales.

En la edición que Ramón Franquelo hizo de la visita de Isabel II en octubre de 1862 nos encontramos con esta reproducción del arco de triunfo erigido por el Instituto en honor de la Reina entre las calles Álamos y Carretería. En las enjutas se reproducían estrofas de la oda que redactó el catedrático de Latín y que le ofreció el claustro en audiencia.  Resulta conmovedor el lamento del autor del libro que ofrece una pormenorizada descripción del arco: «Sentimos que los aparatos de luz eléctrica, que el Instituto recibió, no hubieran llegado en estado de poder funcionar, y que el profesor de Física se viera privado del placer que hubiera tenido en presentar tan sorprendente luz».

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