Fotografía histórica del claustro de profesores.
No es fácil encontrar una imagen histórica de un claustro del Instituto. En esta ocasión -17 de junio de 1928-, la merecía. Se habían reunido en una «fiesta simpática», dicen, en los Jardines de la Aurora para celebrar el final de curso. Pero de allí salió el firme propósito de fundar una revista -El Instituto de Málaga- que tuvo una respetable continuidad durante tres años y que acabó siendo un órgano demoledor contra la política educativa de la dictadura de Primo de Rivera y en defensa de los intereses del catedrático de Instituto. Imprescindible hoy para conocer la Historia de la Educación española, tuvo una proyección nacional en su difusión por los Institutos de España. A su frente, con el sombrero en la mano en la imagen, estuvo el director del centro Luis Muñoz-Cobo y entre sus páginas encontramos nombres sonoros, como la dedicatoria enviada por Ramón y Cajal, algún poema de Salvador Rueda o la colaboración de un joven Severo Ochoa en su último número en abril de 1931. Imprescindible también para seguir el pleito sonado con la Iglesia local en relación a la administración de los bienes del Caudal de San Felipe Neri que habría de llegar hasta el Tribunal Supremo.
En ese claustro figuran nombres para la historia del Instituto y de la provincia, pues algunos de ellos tuvieron especial relevancia política: Alfonso Pogonoski, Eduardo García Rodeja, José Jiménez Osuna, Pedro Armasa Briales, José Bañares Magán, Julio Fernández Ramudo… Tristemente, la Guerra Civil acabaría dejando también su dura huella en este claustro.

