Fuente: elordenmundial,com
El Imperio austríaco, luego reconvertido a Imperio austrohúngaro, fue uno de los entes políticos más heterogéneos en la Europa contemporánea. Tal era su multiplicidad étnica que apenas pudo resistir los embates del nacionalismo durante los siglos XIX y XX, acabando troceado tras la Primera Guerra Mundial en los países que podemos ver hoy en día.