El Pacto de Varsovia, la respuesta soviética a la OTAN

Autor: Bernardo Mendoza

Fuente: La Vanguardia 14/05/2020

En 1955, la Unión Soviética formalizó una alianza militar con sus satélites de Europa del Este. El Pacto de Varsovia no permitiría la disidencia de ninguno de sus miembros.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial se desató la Guerra Fría entre el poder comunista de la Unión Soviética y el capitalista de Estados Unidos. El mundo asistía a una hostilidad permanente entre ambas potencias. Mientras Moscú se hacía con el control del este de Europa, rodeándose de estados satélites, Washington ejercía su hegemonía en Occidente. La reconciliación entre ambos bloques parecía una utopía. El Viejo Continente, según palabras de Winston Churchill, quedaba dividido por un “telón de acero”.

Los capitalistas fueron los primeros en aliarse. Estados Unidos, Canadá y diez países más de Europa crearon la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un organismo militar destinado a responder a un posible ataque del bloque comunista.

Años después, la incorporación a la OTAN de la República Federal Alemana (la “mitad” occidental del país desde su división en 1949) suscitó la formación del Pacto de Varsovia, oficialmente denominado Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua. Su artífice, el líder soviético Nikita Jruschov, consideraba esta alianza como un medio de equilibrar el poder de la OTAN.

Los miembros del Pacto de Varsovia reunidos en 1987. En el centro, el líder soviético Mijaíl Gorbachov.
Los miembros del Pacto de Varsovia reunidos en 1987. En el centro, el líder soviético Mijaíl Gorbachov. (Mittelstädt, Rainer / Bundesarchiv)

Hasta entonces, la estrategia soviética había sido defensiva. Se sustentaba en el ejército convencional, y no en las armas nucleares, aún insuficientes para inclinar la balanza en un conflicto. Sin embargo, tras la muerte de Stalin y la subida al poder de JruschovMoscú replanteó su política militar, acentuando su carácter ofensivo. Estaba preparada para lanzar un ataque con tropas convencionales que dejara a Estados Unidos sin capacidad de respuesta.

El Pacto de Varsovia pretendía crear un mando militar unificado. Para garantizar la coordinación y agilidad entre los distintos ejércitos, se designó al mariscal Iván Stepánovich Kónev, héroe de la Segunda Guerra Mundial, como jefe de las Fuerzas Armadas.

Moscú, socio privilegiado

En teoría, los estados aliados de la Unión Soviética gozaban de igualdad de derechos; en la práctica, era la URSS la que disfrutaba de una posición hegemónica. El dominio que ejercía sobre los países satélites del norte era mucho más estricto que el de los del sur, debido a su importancia estratégica. Era más probable que se produjera un ataque occidental desde Polonia o la República Democrática Alemana que desde Rumanía o Albania, sin fronteras con el bloque occidental.

Tanques soviéticos en Budapest el 31 de octubre de 1956.
Tanques soviéticos en Budapest el 31 de octubre de 1956. (FOTO:FORTEPAN / Nagy Gyula)

La razón última del Pacto de Varsovia radicaba en consolidar el imperialismo soviético. Moscú nunca se molestó en consultar a sus socios la toma de decisiones. Tampoco en cumplir el acuerdo incluido en el Pacto de no entrometerse en la política interna de los países miembros. Los ejemplos se suceden. Primero invadió Hungría para evitar que el gobierno magiar abandonara el Pacto; años después Checoslovaquia, tras la subida al poder del reformista Alexander Dubcek.

Leonid Brézhnev, sucesor de Jruschov en el gobierno, justificó estas y otras agresiones en la doctrina que lleva su nombre. La Unión Soviética tenía derecho a intervenir en cualquier país de su esfera de influencia para proteger el socialismo contra cualquier posible enemigo.

Derrumbe acelerado

Con la llegada al poder de Mijaíl Gorbachov, la URSS dio un giro a su política internacional. ¿Tenía sentido mantener su dominio en Europa oriental? Los dirigentes soviéticos creían que no. Implicaba un gasto militar excesivo para una economía frágil, capaz de enviar satélites al espacio, pero no de proveer de alimentos los supermercados. Por ello, Gorbachov renunció al derecho de intervención en otros países.

Las razones internas pesaban también en la política internacional. El nuevo inquilino del Kremlin deseaba iniciar una política de distensión con Occidente que pusiera fin a la carrera armamentística y a la Guerra Fría.

Cuando se hizo evidente que no se iba a producir un ataque soviético, los países del bloque comunista experimentaron un veloz proceso de democratización, simbolizado en la caída del muro que dividía Berlín en dos mitades, en 1989. En poco tiempo, los regímenes de la Europa del Este se derrumbaron uno tras otro.

El Pacto de Varsovia ya no tenía sentido sin un bloque comunista, por lo que se deshizo dos años después. Todos sus miembros se incorporarían de forma paulatina a la OTAN, su antigua enemiga, excepto Rusia, con la que las tensiones han arreciado en los últimos años. Con Putin al frente, se ha llegado a hablar de una segunda guerra fría.

Pacto de Varsovia: Fecha, lugar, función y resumen.

 

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Autor:  Luis Martin Millan

Fuente: geopolítica.es21/04/2019.

Cada año que pasa el mundo va escribiendo su propia historia, hallazgos, logros y grandes obras abundan a lo largo de ella, pero también desacuerdos y pactos que unieron a algunas naciones por un sentido común. Un ejemplo de esto es el Pacto de Varsovia, aprende sobre este acuerdo internacional del siglo pasado, y un resumen de lo que significó para las naciones, aquí.

¿Qué es el Pacto de Varsovia?

El pacto de Varsovia fue llamado de esa forma en honor a la capital de Polonia, lugar donde fue firmado el acuerdo de cooperación militar. El diseño del pacto ha sido argumentado por el liderazgo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el cual tiene como propósito contrarrestar la amenaza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN),  y especialmente la restructuración de la República Federal Alemana, a la que los Acuerdos de París permitían reorganizar sus fuerzas armadas. Unos 36 años más tarde fue disuelto el pacto el 1 de julio de 1991, como se encentra actualmente.

Origen e historia del Pacto de Varsovia

El Pacto de Varsovia tuvo lugar para el tiempo de la segunda guerra mundial, fe un instrumento creado en la pugna entre los bloques occidental y oriental, que surgieron para el momento de la guerra. Su límite coincidía en términos globales con las líneas de demarcación pactadas en las cumbres que Roosevelt, Churchill y Stalin habían sostenido entre 1943 y 1945, con muy pocas dudas sobre el territorio alemán y austríaco que se solventaron en la partición del primero y la retirada de todas las fuerzas del segundo.

Los integrantes del Pacto de Varsovia fueron:

 La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas

La República Popular de Albania

La República Democrática Alemana

La República Popular de Bulgaria

La República Socialista de Checoslovaquia

La República Popular de Hungría

La República Popular de Polonia

La República Socialista de Rumanía

¿Cuándo se realizó el Pacto de Varsovia?

El pacto de Varsovia también se le conoce como Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua, pero más popularmente llamado así por el nombre de la ciudad en la que fue firmado; un acuerdo de cooperación militar llevado a cabo el 14 de mayo de 1955, en el cual tuvieron participación los países del Bloque del Este.

Resumen del Pacto de Varsovia

La estrategia soviética al igual que la de los Estados Unidos, constato principalmente en asegurar su zona de influencia sin que eso llevara a una guerra abierta con el contrincante, y por otro lado se tradujo en un nivel restringido de actividad militar aun dentro de los límites territoriales.

En Hungría, las disensiones internas del partido comunista local, cuyas facciones estudiantiles hacían manifestaciones por la acción militar soviética en los incidentes de Poznań en Polonia, se mezclaron con la insurrección ultranacionalista de József Dudás para dar espacio a la sublevación, que fue reprimida por las fuerzas del Pacto.

Se ha creado el concepto de que el pacto de Varsovia fue en la práctica, un instrumento de control de la Unión Soviética sobre los estados socialistas del este de Europa a fin de impedir que salieran de su égida.

Algunos países que intentaron dejar el Pacto fueron aplastados militarmente, como por ejemplo la Revolución de Hungría, cuando en octubre de 1956, el Ejército Rojo, refugiándose en las previsiones del Pacto de Varsovia, entró en Hungría y acabó con un incipiente levantamiento anticomunista en apenas dos semanas.

Las fuerzas del Pacto de Varsovia fueron usadas en contra de alguno de sus miembros, como en 1968, durante la Primavera de Praga, cuando invadieron Checoslovaquia para destruir las reformas flexibilizadoras que estaba dando frente el gobierno, catalogadas por la URSS como tendientes a destruir el socialismo.

Aunque los miembros de la OTAN y los del Pacto de Varsovia no se enfrentaron en ningún conflicto armado, mantuvieron activa por más de 35 años la Guerra Fría.

Los nuevos gobiernos del este menos partidarios al pacto de Varsovia, fueron anunciando y retirándose del acuerdo entre ellos Checoslovaquia, Bulgaria, Hungría y Polonia en 1991.

República Checa, Hungría y Polonia, antiguos miembros del Pacto, se unen a la OTAN en 1999. Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia lo hicieron en marzo de 2004. Albania y Croacia lo hicieron en abril de 2009.

Objetivos y funciones del Pacto de Varsovia

Los países miembros al pacto de Varsovia llegaron al acuerdo, con términos parecidos a los que usa  la Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN, los siguientes fundamentos en sus principales artículos:

Art. 3, la cooperación en tareas de mantenimiento de la paz, la inmediata organización en caso de ataque previsible.

Art. 4, la defensa mutua en caso de que alguno de los miembros fuera atacado.

Art. 5, el establecimiento de un Estado Mayor conjunto para coordinar los esfuerzos nacionales.

Art. 9, el Pacto no hacía referencia directa al régimen de gobierno de los miembros; declarándose abierto a “todos los Estados”, con el único requisito de la unanimidad de los restantes signatarios en su admisión.

El pacto a su vez establecía una vigencia de 20 años renovables, así como también la libertad de revocarlo para cada uno de las naciones miembro. Fue firmado en cuatro ejemplares, a saber en ruso, polaco, alemán y checo.