Los orígenes del movimiento obrero

Fuente: sobrehistoria.com 26/12/2019

El movimiento obrero surge en el siglo XIX con la asociación o agrupación de trabajadores asalariados, que fundamentalmente se unen para alcanzar una serie de objetivos como son, la defensa y protección de sus derechos laborales y económicos. A continuación vamos a estudiar los orígenes del Movimiento Obrero,  cómo surgen, por qué surgen y que consecuencias tuvo.

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INDUSTRIALIZACIÓN Y ASOCIACIONES DE OFICIO

El movimiento obrero surge en Inglaterra en el siglo XVIII, como consecuencia de la Revolución Industrial y por tanto de la Industrialización.

Su principal objetivo fue el de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores ya que en una primera etapa de la Industrialización, no existía ningún tipo de legislación laboral que fijara los horarios o salarios de los trabajadores.

Los trabajadores o proletarios, dependían de las decisiones que en tono a las cuestiones laborales, tomaran los empresarios o burgueses. Estas condiciones que el empresario ofrecía eran:

  • Jornadas laborales excesivas.
  • Explotación infantil, donde los niños trabajaban las mismas horas que los mayores.
  • Salarios ínfimos que no les permitían cubrir las necesidades básicas y despidos sin indemnización y sobre todo miseria.
  • Viviendas en suburbios, hacinados, en unas condiciones pésimas de higiene, cuyas consecuencias eran constantes epidemias.

Todas estas condiciones lamentables en la que vivían los trabajadores, consiguieron que éstos tomaran lo que se llamó «conciencia de clase» y como consecuencia, comenzaron a agruparse reclamando mejoras en sus condiciones laborales.

Los trabajadores se organizaron en hermandades, siguiendo el modelo de los antiguos gremios formados en la Baja Edad Media. Estas hermandades además de reivindicar mejoras laborales y salariales, comenzaron a ayudarse entre ellos mismos ante situaciones trágicas como era el paro, viudedad, orfandad, enfermedad. etc.

Crearon las primeras asociaciones sindicales, atendiendo a los diferentes sectores laborales, como fue en Inglaterra el sindicato del algodón.

REPRESIÓN, RADICALISMO Y LUCHA SOCIAL

En esta situación, algunos sindicatos que protagonizaron el movimiento obrero, comenzaron a cuestionar los beneficios de la industrialización.

CARACTERÍSTICAS DE LA LUCHA SOCIAL

Las asociaciones o movimientos obreros pretendían mejorar las condiciones laborales como eran, las mejoras de los salarios, jornadas laborales más cortas, seguridad en el trabajo, etc.

A estas reivindicaciones se empezaron a sumar otras de carácter político como fueron:

  • La libertad de expresión
  • El derecho al voto
  • El derecho de asociación

La unión de los trabajadores se consiguió gracias a los debates que se realizaban dentro de las mismas asociaciones o sindicatos. Aparecen los primeros síntomas de rebeldía entre las clases obreras como fueron las huelgas o las manifestaciones obreras.

La fuerza de estos movimientos obreros era el trabajo en equipo, donde la fuerza del colectivo era más eficaz que las manifestaciones individuales. Tomando el diálogo y las negociación como una forma de llegar a un entendimiento entre trabajadores y empresarios.

REPRESIÓN Y RADICALISMO

Las manifestaciones obreras y exigencias de los trabajadores resultaron ser excesivas para los empresarios. Estas protestas y las huelgas no gustaron nada a los empresarios y como consecuencia de ésto, llegaron los problemas y los enfrentamientos entre estos dos clases sociales.

Los trabajadores comenzaron a sufrir la represión por parte de los empleadores, empezaban a ser un sector muy molesto y no era sólo por sus manifestaciones y huelgas sino también porque las ideologías de los obreros, éstas chocaban con las suyas propias.

Las formas reivindicativas de las masas obreras, también sufrieron el rechazo de la sociedad ya que utilizaron, en algunos casos, la violencia para conseguir los objetivos, actos violentos que rápidamente fueron reprimidos por las autoridades.

Las consecuencias de estas manifestaciones en muchos casos, fueron sofocadas con despidos masivos, una actitud que pronto tuvo otros tipos de consecuencias.

COMBINATION LAWS

En Inglaterra, las organizaciones obreras o sindicatos (Trade Unions), se ilegalizaron a través de las Combination Laws. Unas leyes que permitían la persecución de estos movimientos obreros, además apoyaron a los empresarios, facilitando las denuncias. Unas leyes de represión que ya se habían impuesto en Francia, años antes.

Los sindicatos fueron perseguidos durante unos años, apresando a los líderes de los movimientos obreros, dando lugar a otro tipo de protesta obrera como fue el ludismo. No obstante, el movimiento obrero fue demasiado grande como para poderlo controlar.

En 1824, la presión social y obrera obligó a derogar la ley de represión, permitiéndose la creación de sindicatos obreros. En 1825, se aprueba la Combination Act, por la que se despenalizaba el derecho a huelga y el sindicalismo pero castigaba la intimidación a los trabajadores no sindicados.

EL LUDISMO

Con la Revolución Industrial, surgen las primeras máquinas a vapor textiles. Éstas consiguen mayor producción y mejor acabado que los trabajos hasta ahora artesanales.

La demanda de textiles industriales se incrementa a la misma velocidad que desciende la demanda artesanal, obligando a éstos últimos a abandonar su oficio y trasladarse a las ciudades en busca de trabajo.

La afluencia masiva de éstos a las urbes generó tanta mano de obra que las incipientes industrias no podían absorber. La cantidad de desocupados era enorme y culparon directamente a las nuevas máquinas de su situación ruinosa.

La forma que encontraron para protestar por su situación, fue la destrucción de las nuevas máquinas. Grupos mas o menos organizados enviaron amenazas a los empresarios antes de emprender actos violentos contra las propias máquinas.

Todas estas amenazas eran firmadas en nombre de Ned Ludd, quién se cree que fue el primero en emprender una acción violenta contra un telar. Así nace el movimiento llamado Ludismo entre las últimas décadas del siglo XVIII y primeros años del XIX.

Estos actos violentos fueron duramente perseguidos y sus consecuencias fueron pagadas incluso con penas de muerte. Estas acciones contra las máquinas, se hicieron con el tiempo extensivas hacia los propios empresarios, esta vez por las condiciones penosas de sus trabajadores.

LAS PRIMERAS ORGANIZACIONES SINDICALES

En 1824 tras la abolición de las Combination Laws, como ya hemos comentado anteriormente, la asociación obrera comienza su periplo legal.

Las consecuencias inmediatas fue que el asociacionismo obrero se incrementó rápidamente, dando lugar a dos modelos fundamentales, los Trade Unions o sindicatos de oficio y las cooperativas.

Estos dos modelos reivindicaban únicamente las mejoras tanto profesionales como económicas. Las Trade Unions eran asociaciones formadas por obreros de una misma localidad y de un mismo gremio, estos sindicatos de oficio, prestaban ayuda a los trabajadores sindicados, en caso de necesidad.

La forma en la que éstas se financiaban era por medio de aportaciones monetarias que después redundarían en las pensiones de los trabajadores así como en subvenciones.

Poco a poco los sindicatos de oficio fueron ampliando sus horizontes hasta dejar de ser sindicatos dedicados a oficios y localidades determinados, para pasar a tener un ámbito de actuación estatal.

Así podemos decir que el primer sindicato obrero, de carácter estatal, que se creó:

  • En 1829 se crea en Gran Bretaña el sindicato del algodón.
  • En 1834, Robert Owen unificó varios sindicatos de oficio, creando la Great Trade Union, sindicato que fue ilegalizado por el alcance tan importante que llegó a tener.
  • Las reivindicaciones políticas surgen con el cartismo.
  • En 1871, se constituye legalmente los Trade Unions
  • En 1863 , se crea en Alemania la Asociación General de Trabajadores Alemanes
  • En 1886, en Estados Unidos surge el American Federation of Labor (AFL)
  • En 1888, surge en España el primer sindicato obrero, la Unión General de Trabajadores (UGT)
  • En 1895, nace en Francia la Confédération Génerale du Travail (CGT)

EL CARTISMO

En Gran Bretaña, los obreros comenzaron a sindicarse dirigiendo su lucha a la política, buscaban la igualdad de todos los ciudadanos en cuanto a derechos. Estas reivindicaciones políticas dieron lugar al cartismo, donde la lucha por conseguir derechos políticos para los asalariados, tuvo su máxima expresión entre 1838 y 1848.

Aparecen los primeros movimientos a favor del sufragio para los varones a partir de los 21 años, en el año 1838. Una reivindicación que corrió a cargo de la Asociación de Trabajadores de Londres, que entre otras peticiones, como eran:

  • Voto secreto
  • Elecciones anuales a Parlamento
  • Eliminación como requisito, de estar en posesión de una propiedad para poder formar parte del Parlamento,
  • Sueldo para los parlamentarios

El cartismo pretendía la democratización en el Parlamento, con más de 1 millón de firmas, se rechazó en el Parlamento la primera petición que éstos realizaron.

Este rechazo motivó la insurrección y huelga de los integrantes más radicales del movimiento, un hecho que fue duramente reprimido.

Finalmente el movimiento cartista comenzó a diluirse tras no haber conseguido ninguno de los objetivos marcados. No obstante, poco a poco estas exigencias fueron consiguiéndose a través de un proceso de reformas en el entorno laboral.

El cartismo fue una primera incursión de lo que sería posteriormente, las luchas tanto políticas como sociales de finales del siglo XIX, cuyas consecuencias fueron la aparición de nuevos partidos políticos, como el socialismo, el marxismo y el anarquismo.

Pero si algo consiguió este movimiento obrero fue constatar la organización de la masa obrera y su movilización por conseguir objetivos comunes, como proponía Karl Marx.

El movimiento obrero luchaba en cada país por alcanzar los mismos derechos sociales. La idea de Marx, sobre la organización obrera y la unión de todos los trabajadores en un frente común e internacional, tuvo sus consecuencias, la fundación de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), más conocida como la Primera Internacional.

EL SOCIALISMO UTÓPICO

El socialismo utópico fue una corriente ideológica donde los pensadores proponían un sistema económico igualitario, es decir, frente al capitalismo que había generado desigualdades e injusticias, entre las clases sociales.

El socialismo utópico proponía la igualdad. Se llamó utópico porque los mismos pensadores sabían que ésto era imposible.

Entre los pensadores más importante de la corriente socialista utópica destacamos a Henry de Saint-Simon, Robert Owen y Charles Fournier.

Sixto Cámara (1824-1859), un aldeano revolucionario

Fuente: Anatomía de la Historia.

Autor: Roberto Pastor Cristóbal, 13/05/2015

El siglo XIX es el momento de las grandes revoluciones pero también, y valga la obviedad, el de los héroes revolucionarios.

En la época del romanticismo se elevaron los espíritus y pasiones, contribuyendo a forjar los grandes mitos nacionales encarnados en acontecimientos y personajes. Así nació la Historia como disciplina formalizada, para contar las grandes hazañas que habían llevado al hombre hasta el camino del progreso. El recuerdo es, sin embargo, selectivo y a pesar de que poseemos crónicas y biografías que narran multitud de hechos únicamente algunos han prevalecido en la memoria de las naciones europeas.

La Rioja dio al liberalismo español a Salustiano de Olózaga (1805-1873) y a Práxedes Mateo Sagasta (1825-1903). Mas en un humilde pueblo de la ribera del Ebro nació un quizás más desconocido pero no menos singular protagonista de grandes sucesos en la convulsa etapa decimonónica española. Hablamos de Sixto Cámara, un socialista utópico español.

La forja de un rebelde

Sixto Sáenz de la Cámara y Echarri nació el 6 de agosto de 1824 en Aldeanueva de Ebro (actualmente, en la comunidad autónoma de La Rioja), un pueblo con una gran historia en movimientos y hombres contrarios al statu quo. Fue hijo de Escolástica Echarri y de Saturio Sáenz de la Cámara, quien había sido escribano del ayuntamiento y alcalde en pleno final del Trienio Liberal (1823). La familia era humilde y poca formación pudo darle pero sí le inculcaron el ardor de la lucha, y en plena adolescencia se alistó en una milicia para combatir al carlismo. La Rioja era tierra fronteriza entre el bando cristino o liberal y los absolutistas partidarios de Carlos, hermano de Fernando VII.

Sixto Cámara nació, vivió y murió en plena época de transformación de España, a todos los niveles. Políticamente se estaba constituyendo un régimen liberal-burgués basado en la constitución de un nuevo Estado controlado por oligarquías. Un control al servicio del régimen de la propiedad, nuevo definidor del sistema social. Débil pero constante fue el cambio económico con una agricultura que debía orientarse al mercado capitalista y una frágil industrialización periférica. Madrid aunaría todos estos cambios y además, quizás junto a Barcelona, se convertiría en el gran epicentro de los acontecimientos y de las nuevas ideas que venían de Europa.

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