Visita al Teatro Góngora del alumnado de 2º Ciclo

«El martes 16 de diciembre fuimos mi clase y yo al Teatro Góngora. Nos contaron un cuento que se llamaba «Viento pequeño».  Y era este: había una vez un viento pequeño que quería ser importante.  Un día decidió buscar un oficio para serlo.  Buscó por todo el mundo un oficio para serlo.  Pero ninguno le gustó, menos uno que era el viento del parque y se quedó con ese trabajo.  Después nos volvimos la clase y yo al colegio Mediterráneo ynos fuimos a casa».

 Carlos Vázquez Corral, 3ºA

«El día 16 de diciembre fuimos al Teatro Góngora a ver «Viento pequeño».  Os voy a contar la historia: «Viento pequeño era un viento que quería ser importante, y para eso viajó por todo el mundo y conoció a Beatriz, al viento del mar… Pero al final había sido el Viento del Parque».

Lucía Fabios, 3ºA

«Cuando llegué al teatro Góngora tomamos asiento y empezó la función.  Esta función va de un personaje llamado Viento pequeño.  Tenía un abuelo sabio que le dijo que tenía que ser importante y que tenía que trabajar.  Y Viento pequeño le preguntó a su abuelo que qué era ser importante y qué era trabajar.

  El abuelo de Viento pequeño le dijo que fuera a entregar una carta.  Esa carta era para doña Beatriz que vivía en un molino y justo allí estaba doña Berta y le dijo que no la aceptaba.  Luego le dijo que sí cuando la abrió era  una fábrica que le pondría un molino nuevo.  Viento pequeño viajó hacia el mar y se encontró con el aire del mar que tenía la cabeza de colibrí.   El aire del mar sacó una concha y Viento pequeño la quería tocar pero el aire del mar le dijo que no la tocase, que si no el aire del mar se quedaría atrapado.  Entonces, Viento pequeño dijo que no porque si no, él también se quedaría atrapado.  Viento pequeño volvió a su casa y su abuelo le dio otra carta  que era para el viento del aire.

  Viento pequeño fue a buscarlo por el parque pero no estaba y lo mejor se le acercó una cometa para que viento pequeño le ayudase.  Viento pequeño sopló y sopló y la cometa voló.  Luego, Viento pequeño ayudó a unos pájaros.  Sopló y sopló y los pájaritos pudieron volar.   Y Viento  pequeño fue feliz siendo el viento del aire.»

 Rafael Renero, 4º A