Los primeros días de los niños y niñas de tres años suelen ser difíciles tanto para ellos como para sus familias que a veces quedan entristecidos si los ven entrar llorando o con rabietas. Sus seños con cariño y mucha paciencia consiguen el principal objetivo sin duda de estos primeros días: adaptarse a sus nuevas rutinas. El simple hecho de hacer sus filitas para ir en orden a sus respectivas clases ya demuestra lo bien que se afianzan estos aprendizajes. Aquí os queremos mostrar el lado del pasillo que casi nunca podéis ver: